Con respecto a la detención en Málaga, España, del extitular de PEMEX, Emilio Lozoya Austin, era obligado analizar fríamente el suceso pues fueron demasiadas las expectativas en cuanto a que ahora sí se hará justicia y se castigará la corrupción en cascada desde Lozoya mismo, pasando por su jefe sectorial -el titular de la SENER en ese entonces Pedro Joaquín Coldwell-, hasta el mismísimo Presidente Enrique Peña Nieto. 

Muchos se llevarán, con toda seguridad, el chasco de su vida. 

Jurídicamente, el andamio mágicamente preparado para que nadie del sistema, cofradía o mafia del poder pueda convertirse en chivo expiatorio, es perfecto. Convierte al equipo de confianza en una especie de Fuenteovejuna en el cual nadie en lo particular es responsable directo de nada.

Y aunque el caso Lozoya-Pemex va a dar para mucho en términos mediáticos, difícil será -por no decir que imposible- que luego de dos o tres años los mexicanos puedan darse el lujo de ver físicamente a la pandilla tras las rejas. 

Se lo adelanto aquí. 

Estudiosos del derecho y expertos en juicios de extradición así me lo han asegurado. 

Sobre todo, lo aseguran porque Javier Coello Trejo, abogado defensor de Emilio Lozoya Austin, un abogado penalista formado al servicio y amparo del Sistema, hacedor y partícipe en el acabado fino de las leyes penales de este país, difícilmente podrá ser vencido en juicio. Demostrará con lujo de detalles que su cliente podría ser candidato a Papa, y que los responsables, si es que los hubiera, sería ‘Fuenteovejuna’.

Coello Trejo fue cantinero y ahora se encuentra del otro lado de la barra defendiendo borrachos y sabe preparar desde un ‘toro de limón’ hasta el más complicado y moderno cóctel. Se sabe todos los portillos y lagunas de las leyes penales vigentes. 

Son muchos los vericuetos y mucho lo que se debe saber del tema, por lo que iremos poco a poco para no enredar las pitas y acabemos haciéndonos bolas e ilusionados como la mayoría de los mexicanos. 

En realidad ¿qué es lo que se puede esperar del caso? ¿Hasta dónde se podía llegar? De antemano le adelanto, Peña Nieto no pisará la cárcel. Al menos no por los vínculos que pudo tener con Lozoya Austin.

1.- A Emilio Lozoya solo podrán juzgarlo en México por la razón de su extradición. Así lo dicen las leyes que permiten la extradición, esto es, por la venta fraudulenta de una Planta de Fertilizantes. Lo demás, como dicen los sabios: será puro circo maroma y teatro. 

Así que mucho de lo que ha declarado en los últimos días Santiago Nieto Castillo, Jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera, poco podría entrar en un juicio en contra del futuro extraditado Lozoya, puesto que por lo que se le detuvo en España, según petición de México en Ficha Roja de la Interpol fue por la presunta venta fraudulenta de una Planta de Fertilizantes en el Complejo Petroquímico Pajaritos de Coatzacoalcos. 

Santiago Nieto ha enumerado una serie de delitos por los que dice se le juzgará a Lozoya Austin una vez que la Fiscalía General de la República lo tenga en su poder. Pero del decir al ser realidad hay mucho trecho. 

Luego de darse la extradición (que eso sí es casi seguro), Lozoya sería juzgado por el presunto fraude por la venta de esa Planta, es decir, hechos autorizados por el Consejo Técnico de PEMEX y valuados por despachos internacionales, de una operación cuyo objeto es real, que existe y existió. Una Planta de las más grandes empresas de fertilizantes en el mundo, que genera hoy ingresos a Pemex y sigue siendo manejada por los mismos funcionarios de segundo nivel de entonces y auditada por el mismo despacho.

Una Planta que fue considerada en los programas del Presidente Andrés Manuel López Obrador para distribución de fertilizantes, y que empresas del actual gobierno como Segalmex ¡hace operaciones con ella! En la operación financiera producto del sobre precio participó la banca de desarrollo y el particular más beneficiado. 

O sea, no podrán juzgarlo por lo de Odebrecht, ni por el uso de sobornos de la petrolera brasileña en la campaña electoral de Peña Nieto. Además, otra posibilidad es que a Lozoya le pueden negar la extradición y juzgarlo en libertad en España, porque allá está en investigación por lo de OH que involucra a Diez Morodo, uno de los hombres más ricos de México y España. 

¿Sigue pensando que será fácil ligar el caso Lozoya con el encarcelamiento de Peña Nieto? Ya lo veremos.

@frlicona