Como un destacado apóstata, Ricardo Ahued Bardahuil no solo ha repudiado su pasado político para arrojarse a los brazos de la Cuarta Transformación, sino que ha atraído a más de su anterior estirpe para acomodarlos en puestos clave de la Administración General de Aduanas. Para su desgracia, ha tenido muy reducida su baraja de nombres para llenar su nómina más cercana.

Exalcalde de Xalapa, exdiputado federal y exdiputado local, todas las veces bajo las siglas del PRI, el actual Administrador General de Aduanas, Senador de Morena con licencia, no parece haber extendido su cartera de amigos más allá de los que hizo durante sus encargos en Veracruz y en sus ires y venires empresariales.

Por desgracia, a quienes ha llamado para cubrir sus plazas de mayor confianza no son precisamente de confiar, según sus antecedentes dentro de la administración pública, marcados por el sello del duartismo, lo que ya ha sido observado por la prensa nacional.

Lo más reciente es lo que comentó el martes 18, en su columna Corporativo de El Heraldo de México, Rogelio Varela, quien se refiere en particular a la reciente incorporación de Miguel Martín López, exdiputado panista y exsubsecretario de Ganadería y Pesca con Duarte, quien se ha sumado a dos exduartistas más, Juan Manuel Velázquez Yunes y Oliver Aguilar Yunes. 

Sobre Miguel Martín comenta el periodista especializado en finanzas:

“Martín López tuvo que haber llegado como comisionado a la aduana de Guadalajara el 10 de febrero, según el expediente del Servicio de Administración Tributaria con número SAT 407 2020, en el que se le pide al veracruzano su cambio ante “una imperiosa necesidad de brindar el apoyo”. ¿Cuál es la imperiosa necesidad? El administrador general de Aduanas, Ricardo Ahued, bien podría instruir a su equipo a explicar por qué el cambio y si seguirá al frente de esa aduana César Ruiz Guerrero, quien incrementó la recaudación en Guadalajara en 6% al cierre de 2019 en comparación con el 2018 y lo hizo con 24 personas menos que en la administración anterior.”

Varela menciona el contenido de un documento interno que revela los buenos números del funcionario removido para darle cancha al amigo de Ahued: con Ruiz Guerrero “se hicieron decomisos de marihuana, metanfetaminas, armas de fuego, cheques y hasta cocaína en un ataúd, con el fallecido adentro. Además, se detectó a una persona que suplantó la identidad de un agente de la DEA y quería pasar por aduanas sin ser revisado, por lo que se presentó la denuncia”.

A este funcionario que aparentemente abandonará las filas de la administración pública federal como premio a sus logros, lo sustituirá Martín López quien, como diputado panista, en mayo de 2010, “habría conseguido un avión para trasladar a Veracruz a la excandidata presidencial, Josefina Vázquez Mota, (…) la aeronave King Air B 200, matrícula XA-RDJ, presuntamente propiedad de Francisco “Pancho” Colorado Cessa, quien fue procesado en EU por lavado de dinero en favor a cárteles”.

Para colmo, quien ya funge como subadministrador de Salas de Revisión y Orientación al Pasajero Internacional, contrario a las órdenes del presidente Andrés Manuel López Obrador y de Ricardo Ahued, no quiso transparentar su declaración patrimonial ni la de conflicto de interés.

Velázquez Yunes y Aguilar Yunes, los primeros exduartistas conversos 

Pero Martín López no es el primer funcionario del duartismo que ha ingresado al equipo de Ricardo Ahued, quien por mano propia o por la del máximo Tlatoani Andrés Manuel López Obrador, han quedado bendecidos y despojados de todo mal, amén.

Antes de él, según una nota publicada por OEM el 11 de febrero, llegaron a Aduanas Juan Manuel Velázquez Yunes y Oliver Aguilar Yunes, políticos priistas y cercanos al exgobernador Javier Duarte, para colocarse en áreas clave en las aduanas administradas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT).

Velázquez Yunes, casado con la hermana del Administrador General de Aduanas del SAT, percibe un salario de 115 mil 220 pesos brutos al mes como administrador de Programas de Certificación y Facilitación; a él le corresponde instrumentar planes de acción con grupos de trabajo de organismos internacionales y estrategias regionales con autoridades de otros países.

Además, al exalcalde de Perote y exdiputado del PRI le corresponde definir programas, esquemas y planes de acción para llevar a cabo acuerdos de reconocimiento dentro del SAT. Llegó a esa área el 6 de junio de 2019, un día después de la ratificación de Ricardo Ahued Bardahuil por la Cámara de Diputados. 

Por su parte, Oliver Aguilar Yunes, exdirigente del PRI en el Puerto de Veracruz en tiempos de Javier Duarte, es el encargado del Manejo de Recursos Humanos de la Administración General de Aduanas. Antes de ese puesto en Aduanas, Aguilar Yunes fue administrador Desconcentrado de Servicios al Contribuyente en Veracruz, en cuya oficina se crearon 26 empresas de forma irregular en las que el presidente Andrés Manuel López Obrador y su esposa Beatriz Gutiérrez Müller aparecieron como socios.

Los dos directivos del SAT, al igual que Martín López, solicitaron a la Secretaría de la Función Pública (SFP) no divulgar su evolución patrimonial y tampoco si tienen conflicto de interés con alguna empresa.

Lo bueno es que ya fueron beatificados y en cualquier momento los santifican.