Aquí se adelantó que se acabarían los abrazos y vendían los balazos. Se dijo también ahí que la política de Seguridad Pública en el país había fallado y que a raíz de lo declarado por Christopher Landau, embajador de Los Estados Unidos en México, la política de Seguridad Pública y la aplicación e impartición de la justicia cambiarían antes de decir ya. 

Pero júrelo, se dijo aquí, que se van a tomar medidas en esas dos vertientes para enderezar el rumbo del país. 

Se dijo también que se van a acabar los abrazos y van a venir los balazos. Los juicios serán mucho más duros y las penas aumentadas. Las reformas al poder judicial serán aceleradas y meterán al orden a los jueces y sus laxas maneras de interpretar la ley.  

Sin embargo, lo que dijo el embajador Landau fue contundente: ‘sin Seguridad Pública no hay crecimiento’. Una frase que más bien sonó a intimidación para las autoridades de seguridad mexicana. 

A raíz de ello, el embajador Landau se reunió con empresarios mexicanos, con el gobernador de Querétaro Francisco Domínguez Servién y hoy mismo con Alfonso Durazo, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

La reunión con Durazo resultó por demás ríspida y demandante de parte del embajador Landau, quien no se anduvo por las ramas y dijo a boca de jarro y en español: ‘Lo importante es que tengamos más resultados, que hayan operaciones, no solo palabras’, y abundó, ‘Esto no puede seguir así… No podemos aceptar lo que está pasando. No puede ser solamente cuestión de diálogo’, y remató ‘ES ALGO DEPRIMENTE, FRANCAMENTE, ¿QUÉ ES LO QUE SE PROPONE AHORA QUE ES DISTINTO DE LO QUE SE HA HECHO HASTA AHORA… NO HEMOS TENIDO RESULTADOS’.  

Solo le faltó al embajador Landau repetir lo que dijo en alguna ocasión el Señor Martí: ‘Si no pueden renuncien’, y hubiera estado muy bien aplicado. Como anillo al dedo dados los resultados tan pobres y la filosofía de la política de abrazos que se ha venido aplicando en México.  

Antes de ello, quizá ya el Presidente Andrés Manuel López Obrador estaba enterado del todo de la reunión del embajador con su titular de Seguridad y Protección Ciudadana, pues se sabe que anoche mismo se reunió con su Jefe de la Oficina de la Presidencia Alfonso Romo que ya se debían olvidar de ideologías y ganarse la confianza de los mexicanos. 

Esto es, la política de abrazos como aquí se dijo antes, está a punto de aplicarse. Y no porque aquí en el país se hayan dado cuenta de esa política fallida sino porque le ha sido observada por los Estados Unidos y desde luego por el Presidente Trump. 

Es claro que sin seguridad no habrá crecimiento, pero tampoco desarrollo social como ha sostenido AMLO. La política de Seguridad Pública debe de cambiar por el bien del país, lo haya dicho quien lo haya dicho. 

Ahora, no faltarán aquellos que se desgarren las vestiduras y refugien de nuevo en la tan llevada y traída autonomía del país, pero solucionar el tema aún está en la cancha de los mexicanos, lo haya exigido quien lo haya exigido. 

México debe como aquí se dijo, debe dar muestras que la impunidad ha terminado. 

@frlicona