Ricardo Ahued fue muy cuidadoso para mover las piezas en la Dirección General de Aduanas que le confió el Presidente Andrés Manuel López Obrador, pero por fin, luego de calar área por área y de conocer de qué pié cojeaban sus colaboradores, decidió hacer los primeros enroques y luego vienen los nuevos nombramientos.

Quién no se alinee se irá de Aduanas, eso ténganlo por seguro, así es Ahued. Ya lo verán. Lo que se juega políticamente en ese cargo es mucho y él lo sabe muy bien. Los empleados de Aduanas no son gente improvisada ni por casualidad están ahí, son los brazos fuertes de importadores y exportadores, de gente que mueve todo el dinero del mundo a través del contrabando. Son poderosos pero no intocables y cuando les caigan en alguna maroma se van a ir. Apúntelo.

AMLO debió conocer muy bien el historial y personal de Ahued y por eso lo envió a esa cloaca nacional y quienes lo conocen saben que Ahued saldrá bien librado de ahí y enderezará el barco no tienen dudas.

AMLO tampoco, no puso ahí al amigo para que le ayude a controlar el dinero sucio que ahí se mueve sino a sanear aduanas, y el tiempo lo dirá: Lo hará.  

Según publica hoy en el periodista Darío Celis en su Columna que escribe en el Financiero, Ahued movió el panal de la siguiente manera:

Eva María Viridiana Soria pasó de la aduana de Tijuana a la del Aeropuerto de la CDMX,

Miguel Ángel Encinas de Puerto Palomas a la de Mexicali,

David Pérez Tejada de Ensenada a Tijuana,

Fabrizio Mena de La Paz a Tecate,

Emilio Aguirre de San Luis Río Colorado a Puerto Palomas,

Mauricio Castrejón de Agua Prieta a San Luis Río Colorado,

Jorge Vargas de Ojinaga a Ciudad Juárez,

Marco Licón de Chihuahua a Ojinaga,

José Luis Peña de Piedras Negras a Camargo,

Norma Yrasema Bazán de Ciudad Juárez a Pantaco,

Carlos Ignacio Franco de Guanajuato a La Paz,

Jacinto Montes de Oca de Toluca a Colombia,

José Luis Avendaño de Reynosa a Matamoros,

Francisco Ricardo Berdón de Pantaco a Reynosa,

Jaime Nova de Lázaro Cárdenas a Tampico y

Jesús Tamez de Miguel Alemán a Ciudad Acuña.

Es claro que la mala imagen de las aduanas no se va a mejorar con enroques como ese, no se va a acabar la corrupción, pero era algo que se necesitaba, Ahued es un tipo cerebral que sabe lo que hace.