Este jueves, justo cuando el gobierno de México anunció su decisión de endurecer las medidas preventivas contra el coronavirus, los diputados locales de Veracruz se habrán de reunir en el salón de Plenos para destituir, de forma definitiva al fiscal general del estado Jorge Winckler Ortiz, quien actualmente cumple una suspensión provisional y es, además, prófugo de la justicia.

Ls razones que se esgrimirán para decidir su separación definitiva son las mismas que provocaron su separación temporal del cargo: que no cumple con los requisitos que marca la Constitución local para ocupar dicho cargo, en referencia a que carece de las certificaciones que los servidores públicos de esa área deben presentar.

Con la decisión soberana del Poder Legislativo se cerrará uno de los capítulos más oscuros en la historia de la procuración de justicia en Veracruz. Lo que se ha logrado averiguar de la gestión como Fiscal de Jorge Winckler (casos de tortura, abuso de autoridad, omisiones flagrantes y un evidente desdén al estado de derecho) da para abrir varias carpetas de investigación y para condenarlo a muchos años de cárcel.

¿Por qué hasta ahora?

Era menester que se conociera la verdadera podredumbre que había sembrado Jorge Winckler en la Fiscalía General del Estado (FGE) para que muchos legisladores reconsideraran su postura de oponerse a su destitución.

Hoy pocos son los legisladores dispuestos a “jugársela” por Jorge Winckler y sus secuaces, por lo que la votación será ampliamente favorable para su cese definitivo.

A veces los tiempos de Morena parecen lentos, pero lo de este jueves demuestra que se manten+ian al acecho, en la espera de que se dieran las condiciones óptimas para asegurar los votos que requieren.

No sabían, pero ya están aprendiendo.

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