A pesar de la fuerte y acalorada reacción del sector empresarial mexicano ante las  declaraciones de Raquel Buenrostro, titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT) en cuanto a que no habrá prórroga para la presentación de la declaración anual de impuestos de personas físicas y morales, AMLO no cede y aguanta vara.

Parafraseando al presidente lo que dijo es que síi habrá declaración anual y los que deban de pagar, tendrán que pagar.

Esta mañana el presidente fue enfático en ese sentido y dijo que ‘ya se acabaron aquellos tiempos en que cualquier emergencia, real o inventada, les generaba privilegios fiscales y financieros a la clase económica pudiente y relacionada con el poder público.

‘Ya no habrá programas como el ‘FOBAPROA’ ’rescates financieros’ rescates ca‘rreteros’ de los que al pueblo no les llegaba nada. Todo era para los vencedores, para los que estaban en el poder. Ahora no, ya no habrá esas medidas económicas que se aprendieron en el extranjero y que se aplicaron durante años sin que hubiera crecimiento, ni se distribuyeran los beneficios.

¡Eso se acabó! Dijo AMLO.

Dijo que las contribuciones son indispensables para cumplir con los programas sociales dirigidos a la población más vulnerable, no podemos abandonar a los adultos mayores, a los incapacitados, a los jóvenes estudiantes.

Hoy cada quien deberá cumplir con la ley, y el gobierno tendrá que vigilar que la ley se cumpla, tenemos que defender a los trabajadores.

Es decir, la guerra sigue, la transformación va en serio. Y, es que hasta el día de hoy los empresarios solo le han dado atole con el dedo al presidente, de las grandes inversiones que han ofrecido ni sus luces. Lo malo es que la obra pública del Gobierno Federal tampoco se ve. La lucha de fuerzas sigue. 

¿A ver hasta cuando?  

Sin embargo, lo que ha dicho AMLO esta mañana no es nuevo, ese es el espíritu y función del Estado: la de REDISTRIBUIR los beneficios económicos entre los que menos tienen y que hasta la fecha había sido letra muerta.

AMLO se aferra a que la transformación se haga realidad.

¿Hasta dónde podrá estirar la liga? 

¡Solo el tiempo!