Los mensajes que han enviado el grupo de gobernadores que intentan ponerle límites al Presidente parece ser pura llamarada de petate, según opinan virtualmente los sabios bebedores de café desde su encierro voluntario.  

Resulta que, efectivamente, antes de que se presentara la pandemia del COVID-19 el gobierno federal ya había iniciado pláticas y negociaciones con los gobernadores de oposición al mando de la mayoría de estados del norte del país para lograr un buen Acuerdo Fiscal que favoreciera a los Estados que más aportan recursos a la República. 

Es más, mencionan que quien negociaba de manera directa con esos gobernadores era el Senador Manuel Velasco Coello y como el billete es el billete, los sabios estiman que es probable que el movimiento crezca hasta los postreros meses del 2020 cuando se tenga que discutir el Presupuesto 2021 y las negociaciones se reanuden en la cumbre de Hacienda y Gobernación para que de ahí, con las alforjas llenas de doblones de oro, los gobernadores se vayan a sus ranchos felices y contentos, para hacerle frente a las elecciones del 2021. 

¿Y el movimiento insurgente? Bien gracias. 

Pero los sabios bebedores de café esta vez van más allá, pues se han olido que detrás del Acuerdo Fiscal está de por medio otro acuerdo: el de bajarle todo el gas al PRI, toda vez que los gobernadores que están detrás del ya conocido movimiento en su mayoría son del PAN y a estos y a Morena les conviene aplastar el PRI a toda costa. 

En fin, la política tiene muchos vericuetos, pero suena lógico. Así que los canillazos de hoy son para aquellos que siguen pensando que Morena será un hueso fácil de vencer y sacar de Palacio Nacional.