Todo un escándalo se ha suscitado en tormo a la venta de ventiladores que realizó la empresa propiedad de Manuel Bartlett Álvarez al IMSS de Hidalgo.

El escándalo arde por dos aspectos:

Uno: La venta de ventiladores para tratamiento complementario del COVID-19 fueron vendidos a un sobreprecio por encima de los de mercado, lo que presuntamente pudiera ser calificado como algo ilegal, en el que pudo haber alguna componenda entre adquiriente y abastecedor.

Dos: Manuel Bartlett Álvarez es hijo de Manuel Bartlett Díaz, titular de la Comisión Federal de Electricidad, quien ha sido duramente cuestionado por su supuesto enriquecimiento ilegal a lo largo de su larga vida como político.  

Lo más criticable del caso es la jugada sucia que intentó hacer Manuel Bartlett Álvarez de embarrar a la Jeja de Gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheibaum en un acto que para él es parecido y también debía ser señalado de corrupción.

Bartlett Álvarez tratando de justificar sus actos denunció en su Cuenta de Twitter: Manuel Bartlett @mbartletta, que  ‘Si dicen ser tan objetivos en @MXvsCORRUPCION hagan un comparativo real de precios de mercado. Por ejemplo, citen el contrato SSCDMX-DGAF-051-2020, por el cual el GCDMX pagó $384,067,603 para la adquisición de 143 ventiladores, mas de $2.68 mdp cada uno, casi 2x lo nuestro’.

La denuncia de momento arreció el escándalo en medios nacionales, sin embargo, la respuesta de Claudia Sheibaum no se hizo esperar y en una nota aclaró que el importe que Bartlett Álvarez menciona no incluye solo la adquisición de ventiladores sino una serie de insumos y equipos adicionales. Se trata dijo Sheibaum de la adquisición de paquetes y no solo de ventiladores.

Claudia Sheinbaum explicó que el precio de compra de las unidades integrales de terapia respiratoria adquiridas por la Secretaría de Salud (Sedesa) a la empresa Nudomi S.A. de C.V “no se puede comparar”, pues incluye la compra de insumos, refacciones, consumibles, mantenimiento preventivo y correctivo; capacitación y garantía por tres años, además de que tienen la garantía de ser entregadas en los primeros 15 días de mayo’

O sea que Bartlett Álvarez confundió la gimnasia con la magnesia.

Así el proyectil de Bartlett Álvarez se apagó como por encanto y además la animadversión política hacia los Bartlett arreció pues no se vale que por tratar de salvar el pellejo trate de embarrar a otros servidores públicos. Lo que Bartlett hubiera hecho como cualquier persona bien nacida es dejar que las autoridades investigaran el caso y demostrar que en la venta de ventiladores que hizo al IMSS de Hidalgo no hubo nada irregular.

Así que de descubriese que en este nuevo escándalo Bartlett existieron irregularidades administrativas y corrupción en la adquisición de esos equipos tan necesarios para el tratamiento del COVID-19 hará caer cabezas en el IMSS y quizá por pura vergüenza en la cabeza de la CFE ya que el daño moral que padre e hijo habrían causado a la 4T ya sería demasiado e intolerable aún para el propio Andrés Manuel López Obrador.

La mesa está puesta para que AMLO y Zoé Robledo pongan un escarmiento que siente precedentes de que el combate a la corrupción va en serio.