Empieza a surtir efectos el documento que el ex director general de Aduanas, Ricardo Ahued Bardahuil, entregó personalmente al Presidente Andrés Manuel López Obrador al final de su gestión al frente de esa institución. 

Y claro que debiera tener efectos toda vez que el propio Presidente aceptó públicamente que Aduanas es un monstruo de 100 cabezas en cuanto a corrupción y si lo dijo es por algo, porque conoce y sabe de la corrupción interna de esa dependencia de la que depende la movilidad internacional de las importaciones y exportaciones. 

Y ni modo que después, al paso del tiempo, vaya a salir AMLO como Felipe Calderón: que no sabía ni estaba enterado de la corrupción en Aduanas, y peor, que no hizo lo que debía hacer para abatirla. 

Así, aparte de otras medidas que ya se han iniciado en la Fiscalía General de la República y en la Secretaría de la Función Pública, Andrés Manuel López Obrador jaló por Santiago Nieto Castillo -su verdugo de hierro al frente de la Unidad de Inteligencia Financiera- para investigar y seguirle la pista al dinero en las aduanas. 

Apenas metió las manos Nieto Castillo en las Aduanas de Progreso, Tuxpan, Veracruz y Mexicali, y salió pus al identificar posibles actos de corrupción y lavado de dinero. 

Ha sido el Portal Animal Político el que ha publicado detalles de las acciones de la Unidad de Inteligencia Financiera y señala que ´las irregularidades son diferentes en cada una de las aduanas, dependiendo de su ubicación geográfica y de la mercancía o productos que manejan’. ‘Importación ilegal de vehículos usados, tráfico de especies protegidas, ingreso de droga que se introduce al país dentro de tiburones congelados. Y especialmente en la Aduana de Tuxpan, la corrupción se presenta en el manejo y la entrada de combustible que no se registra, así como el probable lavado de dinero en las aduanas de la Ciudad de México, Guanajuato y Ensenada’, se apunta en el reportaje del reportero Arturo Ángel. 

Tal y como lo dijo AMLO a Ahued, el gobierno le está echando toda la carne al asador, pues la Unidad de Inteligencia no está sola en estas acciones sino que también están metidas ahí la Fiscalía General de la República y la Secretaría de la Función Pública que también iniciaron acciones en contra de los funcionarios de las aduanas mencionadas.