Y sí, las cosas empezaron a cambiar ya que AMLO solo sabía que las aduanas eran un monstruo de 100 cabezas, pero Horacio Duarte ya encontró que ese monstruo de corrupción no es de 100 cabezas sino de 1000.  

‘No seré condescendiente: si descubrimos que el enemigo está adentro, lo vamos a echar, en eso no nos va a temblar la mano ni tendremos miedo’, dijo Duarte, y con eso habrá querido decir que ¿A Ahued sí le tembló la mano?

Don Horacio anunció un viraje en la estrategia y que las aduanas tendrán un enfoque económico y recaudarorio… ¿Que no eran eso ya? 

Dijo que su gestión será itinerante, con visitas a las 49 sedes de la dependencia en el país y que revisará objetivamente qué empleados se quedan, pues la corrupción no se va a acabar por decreto. 

Es un debate, dijo Horacio Duarte, pero se tiene que redefinir el papel de la marina con las aduanas en los puertos, de la guardia nacional y la unidad de inteligencia financiera, así como con gobiernos estatales y municipales. 

Dijo que “No permitiremos que nadie de afuera ni de adentro quiera venir a decir, sugerir o, peor, imponer en la AGA. Tengo una jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), al secretario de Hacienda y al Presidente. No tengo problema si hay celos y ni me quiero enterar. Con esa libertad que me dio el Jefe del Ejecutivo Federal de actuar, lo vamos a hacer, y espero que quienes tengan la tentación de hacerme recomendaciones, sugerencias, mejor que se abstengan”. 

¿Así o más pantera? 

Lo anterior es parte de lo que Horacio Duarte comentó en una entrevista dada a Carina García, reportera de El Universal. Y por lo que se ve, cuando menos de palabra, la cosa ahora sí va en serio.