Tal como se esperaba la pandemia por Coronavirus le estalló en las manos al gobernador Cuitláhuac García Jiménez al entregar el manejo de  la salud pública a corruptos e indolentes que en las últimas 12 semanas se la han pasado minimizando las cifras por contagio y muertes y de paso haciendo negocios.

La Secretaría de Salud de México dio cuenta anoche que Veracruz transitó del quinto lugar al tercero en pandemia igualando a Tabasco, entidad que está fuera de control.

Se estima asimismo que Veracruz corre el serio riesgo de estar en condiciones similares a Cancún y Tijuana en donde está desquiciada la atención médica ante el incontrolable número de infectados.

Sale a flote al mismo tiempo, que las autoridades sanitarias no hacen gran cosa para prevenir, médicamente hablando, para atender la pandemia y que los cuatro hospitales certificados con que cuenta la entidad quedaron obsoletos.

Ello dio lugar a que, según la Tercera Encuesta Nacional del Coronavirus realizada por “Arias Consultores” arrojó que “el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, ocupa el lugar 31 y 32 de calificación en acciones contra pandemia del COVID-19”.

La encuesta refiere además que sobre la compra de equipo médico para tratar los contagios, los gobernadores con menor aprobación son Alejandro Murat Hinojosa (Oaxaca) con 10.5%, Cuitláhuac García Jiménez (Veracruz) con 9.3% y L. Miguel Barbosa Huerta (Puebla) con 4.3%. 

Atrás de todo este entramado de desprestigio que se traduce en el repunte de infectados y fallecidos está el Secretario de Salud, Roberto Ramos Alor quien poco hace y lo que hace está mal hecho debido al equipo de familiares y colaboradores corruptos que tiene incrustados en sus oficinas, así como su singular afición por la brujerías y las limpias.

Un documento que circula en las oficinas de la Secretaría de Salud elaborado por el personal que ha sido obligado a trabajar sin las medidas de protección sanitaria suficientes, da cuenta de las transas que se mueven en las oficinas de Ramo Alor, así como las cifras ocultas por coronavirus.

La extensa denuncia señala que “La situación que actualmente se está desarrollando dentro de SESVER, parece inverosímil, por un lado el Secretario de Salud, Roberto Ramos Alor en su comunicado diario convoca a la población en general a permanecer en estos en días en casa y por el otro tiene su oficina llena de choferes, asistentes y secretarias que deben estar al pendiente de soberbio funcionario”.

Reseña además como se maquillan los números por contagio y fallecidos tres veces menores a la realidad; cómo se esconden las cifras a través de la neumonía atípica y como se entrega a la opinión pública información falsa sobre la disponibilidad hospitalaria.

En la denuncia llama la atención un caso específico, el de la arquitecta Karla Peregrina Bermúdez, Directora de Infraestructura en Salud, recomendada por Rocío Nahle, quien ha obligado a 60 personas bajo su mando a no dejar de asistir a las oficinas ya que el área es responsable de “atender a contratistas” de “sospechosa” fama.

“En esas oficinas, al no guardarse ni la distancia ni el cubrimiento de bocas, se corre el inminente riesgo de un contagio masivo”, dice la misiva. Y agrega que “La SSA de México ha insistido en la sana distancia misma que en SESVER se la pasan por el arco del triunfo”.

Por ello es que Veracruz resultó reprobado en materia de limpieza y sanitización de espacios públicos y que los mandatarios con menor aprobación de estas acciones, fueron Alfredo del Mazo Maza con 12.4%, Miguel Aysa González con 10.5% y Cuitláhuac García Jiménez con 8.3%.

La otra mugre, la de las omisiones y negocios de Ramos Alor, se sustenta en la falta de medicamentos, material quirúrgico, personal médico y  enfermeras, así como suficientes camas para la atención de infectados, medidas de higiene y las aun sin aclarar compras de medicinas por adjudicación directa moches de por medio.

Nunca se aclaró del todo el turbio negocio con Carlos Lomelí Bolaños, el Superdelegado del gobierno federal en Jalisco, señalado de haber obtenido contratos multimillonarios en el actual gobierno federal, y uno por 36 millones de pesos otorgado directamente por el gobierno de Cuitláhuac García.

Estamos hablando del “Cartel de los Medicamentos” o “Cartel de los Integradores”, el cual fue señalado ya por quererse apropiar, con el apoyo de Morena, del mercado del abasto de medicamentos, equipos e insumos para la salud de todo el país.

El Gobernador Cuitláhuac García ha dicho que no conoce a la empresa Abastecedora de Insumos para la Salud, de Carlos Lomelí, sin embargo, salió a la luz pública el contrato 173/2018 por el que SESVER le adjudicó 36 millones 578 mil 757 pesos para la “adquisición de medicamento y material de curación”.

Son pues, muchos los matices y sospechas en torno al “Gobierno del Cambio” que se crispan al entrar en el “pico” más alto la “Pandemia Morena” de consecuencias impredecibles.

Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo