SALVO el PRI, que de alguna manera está obligado a permanecer vigente en el ámbito político de Veracruz, las demás organizaciones políticas, incluyendo al PAN, no parecen estar preocupadas por lo que pueda pasar, políticamente, en el año que viene, cuando, bien se sabe, se llevaría a cabo el proceso electoral intermedio, que de acuerdo a los análisis que se vienen haciendo desde principios de año, podría revelar la verdadera situación de MORENA, tanto en el Estado, como en todo el territorio nacional, aún con la presencia de Andrés Manuel López Obrador, en las campañas políticas.
Y es que, si bien el proceso electoral, ya comienza dentro de cuatro meses, aproximadamente, no hay que olvidar que se atraviesan dos circunstancias políticas, una derivada de la misma pandemia que se encuentra en este momento, el pleno apogeo, que obligaría, si no mejoran estas condiciones, a retrasar el proceso electoral, en virtud de que estando todavía en una emergencia prolongada, no se pueden comenzar las actividades relacionadas con este calendario político, pues no habría manera de que los actores políticos se puedan mover para llevar a cabo el proselitismo correspondiente. Por otro lado, y esto podría ser todavía más importante, todavía no se resolvería lo que para muchos puede ser un hecho consumado desde ahora, que consiste en la remoción de Cuitláhuac García Jiménez, en la gubernatura del Estado.
Estas condiciones, de alguna manera, podrían incidir en la normal actividad política del año entrante, porque si bien, los partidos político están viendo que si permanece García Jiménez, en su puesto, habría más posibilidades de ganar espacios, luego de que hasta este momento, el Gobernador, no ha hecho ni hará, seguramente, nada que pueda respaldar ni a su partido, ni al propio Presidente de la República, en su afán de recuperar, primero, la confianza popular que ha venido perdiendo, y después asegurar electoralmente hablando, una de las entidades de la República, muy importantes para los proyectos políticos que tiene el mandatario nacional.
Ahora bien, independientemente, de estas probables condiciones del Estado, en materia política, para el próximo año, hay que tener en cuenta que si las cosas se dan, como supuestamente se han venido planteando respecto de la sustitución del mandatario estatal, entonces habría un nuevo personaje al frente del gobierno, que bien se tiene entendido vendría a realizar la tarea que hasta estos momentos no ha concreado el Gobernador del Estado, en turno.
Para todos los partidos políticos, habría, pues algunas desventajas no contempladas en este momento, ya que de haber sustitución en el gobierno veracruzano, el que viniera traería la consigna presidencial de recuperar políticamente a la entidad, generando un nuevo panorama político y restando, por lo tanto, las oportunidades en las que han estado pensando los partidos políticos y sus respectivos dirigentes estatales en este momento, con la situación que impera en estos días.
Si no hay variación alguna respecto del proceso electoral, debido a estas dos circunstancias, la de la pandemia y la de una posible sustitución del gobernante veracruzano, y que el proceso electoral no tenga que enfrentarse a mayores obstáculos, como un posible retraso en el calendario político, entonces los partidos políticos podrían estar viendo un panorama distinto, tal y como desde ahora lo perciben y hasta podría decirse que encontrarían facilidades para moverse como peces en el agua y adueñarse, prácticamente, de las condiciones generales del proceso venidero. De lo contrario, tal y como ya hemos comentado, se presentarían algunos inconvenientes, sobre todo, si se alarga el problema de salud que estamos padeciendo, porque aunque no se quiera ver de esa manera, estaría operando a favor del propio partido Morena, luego de que no tiene muchas esperanzas de recuperar su aceptación en los meses posteriores a la terminación de la emergencia sanitaria, aunque el tiempo, desde luego, operaría para todos los partidos políticos en general.
De alguna manera, el proceso electoral, del que tanto ya se ha hablado antes de presentarse el coronavirus, ya se está acercando. Aún con todos los problemas que se tienen, sigue persistiendo la idea de que estas elecciones podrían dar a conocer la verdadera situación política de Morena, así como de su Presidente y de su Gobernador, aunque de éste último ya se tiene plenamente diagnosticado lo que puede suceder, pues desde hace meses los análisis políticos han coincidido en todas sus partes de que en Veracruz, ya no existen condiciones políticas que puedan favorecer la permanencia del poder del partido Morena, consistentes en la popularidad alcanzada, en gran parte, por las repercusiones de gobiernos anteriores que generaron el ambiente de hastío en todos los sectores de la población.
Los partidos políticos, pues, necesitarán de una reactivación política de grandes dimensiones, donde tanto el PRI, como el PAN y las demás organizaciones políticas existentes, dejen de confiarse en las condiciones políticas que hoy en día se observan.
Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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