El día de ayer se dio la noticia de que tres reporteros de Ciro Gómez Leyva habían dado positivo a COVID-19. Se trata de Humberto Padgett, Jafet Tirado y Miriam Moreno, quienes se realizaron -junto con todos los trabajadores del noticiero- la prueba del coronavirus. 

¿Qué pasó y cuál puede ser la lectura de lo anterior? Los tres reporteros no sabían que tenían COVID-19 pues sus síntomas aún no se presentaban; estaban en una fase asintomática. Sin embargo, al saber que estaban contagiados fueron retirados a sus domicilios para recuperarse, pero sobre todo para no contagiar a nadie más. 

Esa es la verdadera razón de estar pide y pide y pide a López-Gatell que se cambie la estrategia y se hagan pruebas en México, pese a que a estas alturas el propio López-Gatell haya aceptado ya que entre más contagiados, “mejor”. ¡Claro! Él se refiere a que sería muy bueno que hubiera muchos más casos de contagio “asintomáticos”, pero entre esos asintomáticos se nos van a seguir colando miles graves. 

Hasta ahorita López Obrador y el gobierno de la 4T han festinado el “éxito” del tratamiento de la epidemia en México, y si lo comparamos con cómo les fue en Italia, España o Estados Unidos, sí, es un éxito. A comparación de ellos sí la hemos domado. Pero ¿Qué pasa con México si lo comparamos con China, país donde inició la pandemia? Tristemente México superará por varios miles el número de muertos en China, país que registra al día de hoy solamente 4,633 defunciones y casi ya no presenta ni muertos ni casos nuevos, pero México tiene ya 3,573 muertos y apenas está llegando al pico. La enorme diferencia es que China tiene 10 veces más población que México. 

Entonces, ¿En realidad domamos al COVID? ¿En realidad es un triunfo? Tan solo en Wuhan, ciudad epicentro del contagio, cerca de 14 millones de personas serán sometidas a pruebas de detección del COVID-19 pues se ordenó pruebas para “todos”. 

La diferencia entre hacer pruebas y no hacer pruebas, puede ser la GRAN DIFERENCIA como se demuestra con el caso de los reporteros de Ciro Gómez Leyva; pero como sale caro hacer pruebas, aquí mejor nos dicen que “no es lo importante” y que “no sirve de nada” y mientras, mejor se sigue tirando el dinero en programas asistencialistas.