Julen Rementería no es (ni cerca está) el mejor ejemplo de un servidor público honrado, transparente o austero. 

No hay que ir muy lejos para recordar algunos de los “acuerdos” que se se concretaron con este camaleónico panista. 

Fue él, por ejemplo, quien impulsó en el Congreso local la reforma electoral -por encargo del entonces gobernador Javier Duarte- para insertar un gobierno “de transición”, de tan solo dos años.

Fue durante su breve paso por la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP) del bienio yunista, cuando le fueron aprobados, mediante licitaciones amañadas, los contratos a las empresas de quien era en ese entonces su dirigente partidista, José de Jesús Mancha.

Y fue precisamente él quien terminó por inclinar la balanza a favor de Joaquín Guzmán Avilés, en la reposición del proceso interno para la designación de dirigente del PAN, a cambio (es de todos sabido) de sólo dos candidaturas: La de su hijo Bingen a la alcaldía del puerto de Veracruz en el 2021, y la suya a gobernador en el 2024.

Y quizá por esta última jugada, y por su sólida posición en el Senado de la República, es que sigue siendo de los panistas con mayor peso político en Veracruz.

Su denuncia acerca de la contratación de empresas “fantasma” en la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) fue sólida, con cifras, con fechas, con datos fiscales y fotografías de los domicilios de los supuestos proveedores de esa dependencia estatal.

La misma trampa que utilizaron Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes, esa que tanto criticó Cuitláhuac García, se está utilizando en el “gobierno de la cuarta transformación”.

El propio titular de la SEV, Zentazen Escobar, intentó descalificar tales señalamientos y aseguró que se trataba de obras que había dejado inconclusas el gobierno de Yunes Linares y que en esta administración se estaban concretando, lo que nunca explicó fue cómo es que optaron por la contratación de empresas falsas, y ni siquiera se ofreció a investigar lo denunciado.

Julen Rementería llevó el tema al Senado de la República, lo que provocó una reacción del propio Presidente Andrés Manuel López Obrador (quien la descalificó, por el simple hecho de provenir de un legislador de la oposición) y este martes se presentó en el Congreso local para pedir que se auditen las obras de la SEV: “Si se niegan, es que algo esconden”.

Le correspondió al diputado y maestro Víctor Vargas Barrientos salir a defender a su jefe político (Zenyazen, por supuesto) y no tuvo más argumentos que hacer un recuento de las supuestas anomalías encontradas en la gestión de Julen Rementaría como titular de la SIOP.

¿Cómo le sirve a Zenyazen Escobar que se señale que Julen Rementería incurrió en actos de corrupción cuando fue funcionario del gobierno estatal?

¿Lo exime eso, acaso, de responsabilidad en los señalamientos hechos por el Senador panista?

Las cuentas claras y el chocolate espeso.

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