Así titula su columna en El Universal el periodista Carlos Loret de Mola, en donde apunta que entre los reclamos de la Jefa de Gobierno al Subsecretario fue “¿Cuándo le vas a dejar de mentir al presidente?”. 

Lo anterior porque la situación en la CDMX al parecer sería mucho más grave de la aceptada por la Secretaría de Salud Federal, y la informada al presidente López Obrador por López-Gatell. 

La columna (más allá de las fobias que a los seguidores de AMLO le puede causar Loret) no tiene desperdicio. Entre las condiciones que menciona es que en todos los gobiernos existen diferencias entre los funcionarios públicos. Así ha sido en la Federación y así ocurre en los Estados. 

Por tanto, y tomando en consideración que Sheinbaum y López-Gatell son del mismo partido, muy difícilmente se aceptará oficialmente el diferimiento. 

Sin embargo, lo que sucede en la CDMX es mucho muy serio, y lo mismo está pasando en otros lugares como Veracruz, en donde a pesar de que se asegura que ya se domó la pandemia, la realidad es muy distinta. 

Tanto en la CDMX como en el Puerto de Veracruz, por ejemplo, hay que esperar más de 24 y hasta 72 horas para poder crear los cuerpos porque hay fila. Los muertos son tantos que los hornos están trabajando a tope. Y si esa premisa se cumple, ¿Cómo creer el número de muertos que aceptan? 

Se asegura en diferentes artículos documentados de la prensa nacional e internacional que el número real de muertos en realidad es el triple y que el número de contagios es 25 veces mayor. 

Ahora bien, ¿Abona en algo saber que existen desencuentros entre Sheinbaum y Gatell? Sí, porque los mexicanos merecen saber la verdadera magnitud de la catástrofe, y solamente en las voces de políticos valientes (del mismo partido) se podría encontrar el eco suficiente para que se nos diga la verdad.

Si tiene oportunidad de leer la columna completa, hágalo, no tiene desperdicio.