Los sabios bebedores de café, aún sin salir de sus responsables confinamientos, no dejan de poner sus agudas antenas en el mundo de la política de las grandes carpas. Por ello comentaron esta mañana a Política al Día acerca del recién cacareado y mediático acercamiento del político veracruzano (Actopeño) Julio César Sánchez Amaya con el Canciller Marcelo Ebrard en la Secretaría de Relaciones Exteriores. 

Obviamente ese cacareo mediático lleva la intención de posicionar su nombre entre los posibles gallos para la grande de Veracruz. De otra forma, ¿Para qué? 

Los sabios bebedores de café concuerdan en que el paisano Julio César labora con Ebrard y se dedica sobre todo a temas de seguridad regional en América del Norte con Jesús Seade, negociador comercial del TMEC. 

Sin embargo, aseguran que por el momento su afinidad política no está en la primera línea como se ha querido exponer en algunos medios. Julio César, se sabe, es más bien de la cuadra de Alfonso Durazo Montaño, titular de Seguridad y Protección Ciudadana, pero especialmente con Ricardo Mejía Berdeja, Subsecretario de Seguridad Pública. 

Lo cierto es que nada podría impedir a Julio César entrar a ese grupo sagrado y selecto del presidenciable Marcelo y obtener de aquí al 2023 calificaciones de excelencia en sus encargos internacionales. Por lo pronto, si él quisiera (que no se ve sea el caso), bien podría obtener con el apoyo de Ebrard algún huesito como alcalde de su tierra o diputado local o federal, pues desde alguna de esas cómodas posiciones podría ayudar a Marcelo y su equipo. 

Por lo pronto, no lo descarte, pues en política todo puede suceder y siempre existe la posibilidad de utilizar a políticos del bull pen en momentos de necesidad política: así nacen los servicios de los llamados famosos ‘caballos negros’. 

Lecheros y menú completo para los sabios bebedores de café, que a pesar del encierro no dejan de nutrir los espacios de Política al Día.