El consenso interno del grupo en el poder en Veracruz coincide en tres cosas con respecto al titular de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas:

 Primera, que es una persona hasta cierto punto honesta que  ha hecho todo lo posible por evitar corruptelas en la dependencia que Cuitláhuac puso en sus manos.

 Segunda, que es demasiado vivo y ha convencido al gobernador de otorgar obras a empresas sin la suficiente capacidad constructiva e incluso algunas señaladas de ser ‘fantasma’ . ‘Es un lobo con piel de oveja’ señalan.

 Tercera, que ha sido incapaz de frenar la corrupción interna en la que funcionarios menores y de poca monta filtran por dinero, bases de licitación, proyectos base de obras; negocian con dos y hasta tres contratistas la misma obra.

 Lo anterior ha sido confiado a Política al Día por gente muy cercana al número 1 de Palacio de Gobierno, donde reconocen que Elio Hernández muchas veces ni se huele las transas que se realizan a su alrededor con el presupuesto, asignación de obras y las adquisiciones.

 Si en la 4T hubiera tantita autocrítica, Elio o algunos funcionarios de la SIOP serían hoy día los más fuertes candidatos a pernoctar en Pacho Viejo.

 Aun así, lo anterior es poco probable dado el estilo de correr y olvidar las causas por la que se ha tomado la decisión de cesar o destituir a varios colaboradores del gobernador que lo cansaron y decidió enviarlos a su casa.

 Así las cosas.