Hasta lo que se ha visto, poco a poco se va configurando lo aquí escrito en relación a que la zacatecana Rocío Nahle, titular de la  Secretaría de Energía, no dejará que el Senador Ricardo Ahued Bardahuil se ponga la corona por lograr que bajen las tarifas de luz en Veracruz, aún a costas de su propia popularidad. 

La zacatecana aprovechó la reciente gira por el Sureste del país del Presidente Andrés Manuel López Obrador, para decir públicamente en Coatzacoalcos que no habrá reducción de tarifas ni condonación de pagos en los servicios de energía eléctrica para la entidad veracruzana. 

Lo anterior de inmediato prendió la mecha política en todo el Estado y en automático cualquier popularidad que haya tenido hasta ahora Rocío Nahle entre los jarochos se hizo añicos… se fue por la cañería. 

En cambio, los bonos del Senador Ahued subieron como la espuma, pues lo dicho por Nahle fue tanque lleno de gasolina en su vehículo de campaña política rumbo al 2024. 

Y es que el pronunciamiento solidario de Ahued con los veracruzanos se dio en un momento social álgido en que los ojos no solo de los veracruzanos, sino de la mayoría de los mexicanos,  están puestos en los recibos de luz y sufriendo en carne propia los cortes del servicio por falta de pago. 

La oportuna lucha social de Ahued se convirtió de pronto en la lucha de los veracruzanos que al parecer no soltarán y estará presente en el discurso político electoral del 2021 y 2024, puesto que no se ve que ni Bartlett ni Nahle vayan a ceder, uno quizá por no ser técnicamente factible y la otra por no dejar que Ahued se ponga la corona. 

Tan oportuno fue el reclamo del senador Ricardo Ahued, que algunos lo ven ya como un certero gancho al hígado, casi de nocaut a la funcionaria zacatecana. 

Ahued encontró una mina de oro político a la que poco a poco irá escarbando y manejando a su conveniencia política. Es más, podría echarse a la hamaca y de vez en cuando ir soltando una que otra declaración al respecto, nutrida por cada uno de los rechazos que sufran sus gestiones de la cerrazón de Bartlett y Nahle. 

Tan importante y oportuno ha sido el golpe mediático del Senador, que de administrarlo correctamente le podría alcanzar para ganar las elecciones por la gubernatura de Veracruz por Morena o por cualquier otro partido o alianza política. 

Si en verdad la zacatecana quiere lograr algo en Veracruz, ahora le tocará encontrar la manera de reconciliarse con los veracruzanos, porque de hecho la gubernatura de su tierra natal ya se le escapó; puesto que para ser colocada en la boleta del próximo año tendría que renunciar a la SENER casi de inmediato y sus alforjas políticas aún no tienen mucho que presumir. 

Así que a Rocío no le queda más que el barco llamado Veracruz y por ahora no se ve la manera. Aunque si en verdad ella aspira a gobernar Veracruz -y AMLO insiste en complacerla- todavía tendrá que hacer mucho, algo gordo y pronto para los veracruzanos o de lo contrario cada día el encono en su contra irá creciendo y su popularidad seguirá hecha añicos. 

Los veracruzanos hoy están enchilados con Nahle… mañana, quién sabe. 

@frlicona