Cuando se estableció el sistema de colores en el Semáforo Epidemiológico, la Secretaría de Salud determinó cuáles eran los factores para riesgo epidémico: Ocupación hospitalaria; Tendencia de síndrome COVID-19; Tendencia de hospitalizados; y Positividad SARS-CoV-2. 

Se indicó inicialmente que si uno de los cuatro factores estaba en rojo, TODO el Estado debía permanecer en rojo; o si el más alto era naranja y había amarillos y verdes, el Estado completo debía estar en naranja; y así sucesivamente; lo que se consideró como el criterio de máxima precaución. 

Sin embargo, como en el Big Brother y en la SSA, las reglas cambian, y a una semana esta indicación ya cambió. Hugo López-Gatell tuvo que recular ante la presión de los Estados y ha vuelto a cambiar, una vez más, su discurso. 

Lo anterior fue exhibido este viernes 12 de junio durante la conferencia de prensa, pues al presentar el nuevo semáforo epidemiológico, se detectó que dentro de los 16 estados que cambiaron su semáforo a naranja, hay algunos que tienen cuando menos un indicador en rojo y pese a eso, a partir de este lunes estarán en naranja. 

Ante este cuestionamiento, el mago López-Gatell se volvió a sacar otra justificación de la chistera pero tuvo que reconocer que dicha indicación cambió luego de que con el “diálogo con los gobiernos estatales se identificó que al interior de los Estados también existe esta diversidad geográfica”, por lo que se propusieron sub-regionalizaciones. 

Por lo tanto, “a propuesta de los gobernadores, consideramos retirar este criterio para el semáforo que hoy anunciamos, y agregar otro elemento que también fue conversado con los gobernadores que es el equilibrio y de qué peso tiene cada indicador”, aseguró López-Gatell. 

A partir de ahora le estarán dando un 50% de ponderación al factor de ocupación hospitalaria, 20% a las tendencias epidémicas a cada una, y al porcentaje de positividad se le dará un 10%. 

De haberse mantenido el criterio, ¿Qué Estados hubieran quedado en naranja? Solamente Chihuahua y Tamaulipas.