El ex secretario de salud de Veracruz, Juan Antonio Nemi Dib escribe: 

“La recomendación ha sido muy clara desde el principio, no bajar la guardia, tener presente que en todos los registros epidémicos, las segundas y terceras oleadas de contagios suelen ser mucho más mortíferas que las primeras. 

La necesidad de subsistir, la presión económica, el deterioro de las relaciones interpersonales, motivan a regresar a la vida en exteriores, lo que parece inevitable, pero los estudios científicos más serios -puedo enviárselos a quien los requiera- dicen que hay medidas muy simples: 

- Evitar el contacto personal a menos de metro y medio de distancia de las otras personas. 

- Usar cubrebocas y, si es posible, mascarilla y anteojos. 

- Evitar tocarse cualquier parte de la cara. 

- Lavarse a profundidad las manos tantas veces como sea posible y sobre todo cuando se está en contacto con objetos de riesgo. 

- El gel y el alcohol son buenas alternativas, pero siempre será mejor el lavado de manos con jabón normal. 

Pero todo esto no es tan relevante si mantenemos la sana costumbre de lavar los objetos de consumo que compramos y desinfectar los vegetales como siempre se nos ha recomendado. En algunos supermercados de países desarrollados se han encontrado virus activos que, en refrigeración, pueden mantenerse por hasta catorce horas. 

Esa es la realidad con la que tenemos que convivir. El escenario de la vacuna es lejano aún. 

En Veracruz estamos en uno de los peores escenarios, si no es que el peor momento de la epidemia y los centros hospitalarios que venían operando con relativa normalidad ya están en saturación. 

Ya se han conocido casos de rechazo de pacientes. 

Como han dicho los expertos: que no nos mate la paranoia pero que no nos mate la inconsciencia. 

Saludos a todos y que no tengamos que lamentar más decesos”.