La discriminación es una expresión de la fractura del modelo de desarrollo neoliberal pues representa uno de los más graves obstáculos que limitan las posibilidades de construir un modelo de desarrollo que logre incluir social, política, económica y culturalmente a toda la población. 

Los datos del Conapred y sus Encuesta Nacional sobre Discriminación en Mexico permiten dimensionar la gravedad de los problemas que se enfrentan en la materia y generar, en consecuencia, Políticas Públicas suficientes para atender el problema. 

Como apunta en el libro “Más allá de la crisis”, del Fondo de Cultura Económica, “ocho de cada 10 mexicanos manifiestan que no han sido respetados sus derechos por motivo de sus costumbres o su cultura, por su acento al hablar, por su color de piel, por provenir de otro lugar, por su educación, por su religión o por su forma de vestir; en tanto, siete de cada 10 indicaron que fue por su condición de hombre/mujer, por su edad, por su apariencia física o por no tener dinero”. 

El conocer los verdaderos problemas de México nos llevará, con voluntad política, a solucionarlos. No se puede usar el masomenómetro y realizar inversiones millonarias al puro sentimiento. Por eso y muchas razones más, el Conapred es importante. 

Así que si sólo te has subido al tren de querer que desaparezca porque a López Obrador se le ocurrió, tal vez debas pensarlo dos veces. 

¿Quieres un modelo económico que incluya a los más desprotegidos y que ponga énfasis en los más pobres y lastimados? Entonces antes de pretender que desaparezca un Consejo como ese, primero checa para qué sirve.