En la columna Al pie de la letra de Raymundo Jiménez se comenta que la extradición desde España del ex director de PEMEX Emilio Lozoya Austín podría arrastrar al mismo Enrique Peña Nieto y a los dos últimos gobernadores priistas de Veracruz Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte, comentario a raíz de los delitos  presuntamente cometidos por Lozoya con respecto a la compra fraudulenta de gronitrogenados y por los millonarios sobornos del consorcio brasileño Odebrecht.

Y cuánta razón puede tener Raymundo puesto que esta misma mañana el Presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia de prensa en Palacio Nacional dijo que Emilio Lozoya, está dispuesto a dar a conocer todo lo sucedido en el caso Odebrecht.

Y abundó el presidente: ‘Eso va a ayudar mucho porque él va a declarar  por un acuerdo con la Fiscalía para lograr algunos beneficios, en cuanto a su posible consignación y condena’.

Esto es muy importante en cuanto a la impunidad que han gozado altos funcionarios del gobierno peñista, pues se ha dicho mucho de que esos millonarios sobornos fueron a parar a la campaña del mexiquense, es decir, Presidentes del CEN del PRI que pudieron involucrarse en los manejos de Lozoya y Peña, coordinador de campaña y candidato como Pedro Joaquín Coldwell y María Cristina Díaz Salazar, y Beatriz Paredes Rangel; gente de Hacienda como Luis Videgaray, de la PGR que durante años le dieron aire a las investigaciones, gobernadores y hasta alcaldes.

Por ejemplo The New York Times ha señalado varias veces al excandidato presidencial José Antonio Meade Kuribreña, y aquí en Veracruz se mencionó mucho lo que Duarte y varios alcaldes hicieron para beneficiar a la empresa brasileña como al Grupo MAS y un proyecto de generación de energía eléctrica.

¿Hasta dónde llegará la lumbre? Quién sabe pero podría haber una quemazón de brujas extraordinaria.