En esencia, aunque no está legislado ni se encuentra tipificado en la legislación civil o penal, el cubrebocas es un derecho de terceros y como tal debería ser entendido por las autoridades para que las autoridades de salud determinaran su uso como obligatorio.

Al que porta el cubreboca quizá no le beneficie y sí le cause problemas, pero al no hacerlo a otros les puede causar la muerte.

¿De qué sirve saber que la Jefa de Gobierno de la CDMX haya descubierto o estudiado cuáles son las 5 colonias de la ciudad que más usan cubrebocas y las 5 que menos lo utilizan, si por un lado no lo evitaron y por otro no lo incentivaron?

Dicho comentario de la Jefa de Gobierno pareciera ser solo un pretexto para salir a los medios y decir que está trabajando sin descanso para evitar que aumenten los contagios, aparte de eso en realidad en nada beneficia conocer o tener esa información.

Por otro lado se debe entender, aunque cueste, que el riesgo de contagio es mayor por tocar objetos que por no usar cubrebocas. Es decir, no basta con usar el cubrebocas, hay que lavarse las manos casi maniáticamente y evitar tocarse la cara. El tener contacto con áreas de frecuente exposición de otras manos representa una mayor probabilidad de contagio.

No culpe solamente al gobierno, contagiarse o no depende mucho de qué medidas preventivas tomemos CADA UNO DE NOSOTROS… de usted, de mí y de nuestros familiares dependerá. Cuidarnos es una decisión PERSONALÍSIMA. Portar cubrebocas no es solo nuestro derecho, es el derecho de terceros.

Ya está visto que el Gobierno se ha reservado exclusivamente la responsabilidad de atender a los enfermos y a medio informar, pero no hará nada para evitar la propagación del virus salvo las tibias invitaciones a Quedarse en Casa.

Si desconfía de la eficiencia de los servicios de salud, procure no caer en ellos.

¡CUIDÉMONOS!