Las pugnas entre “ultras” y “moderados” dentro de MORENA están a la orden del día. Por un lado, en el lado federal está la vigente controversia sobre la “legitimidad” de los personajes propuestos por un Comité Técnico para ocupar las vacantes Consejerías del INE, pero en el Congreso de la CDMX también se cuecen habas. 

Sin perder de vista que muchos de los grupos morenistas vienen de la lucha por “el derecho a la vivienda” en la Ciudad, van dos iniciativas que impactan sobre el sector inmobiliario que han sido presentadas en los últimos dos meses. 

En una, se propone modificar el Código Civil en materia de arrendamiento a fin de otorgar desproporcionadamente derechos a los inquilinos sobre los arrendadores: por ejemplo, aumento en el mínimo de tiempo para los contratos (de 1 a 3 años) y eliminación de sanciones para arrendatarios morosos o invasores. 

Por otra parte, la semana pasada fue propuesta una nueva “Ley de Propiedad en Condominio de Inmuebles” que, entre otras cosas prohibe la renta de espacios a través de plataformas como Airbnb y semejantes. Lo anterior por considerar que ese tipo de “nueva forma de hospedaje” pone en riesgo a las familias y bienes al introducir al condominio a personas extrañas sin más objetivo que el lucro. 

Sin entrar al fondo de cada una y de su justificación, ambas propuestas afectan de manera contundente a la propiedad privada y son, en este momento, parque para quienes critican a la administración federal y local, equiparándolos con el régimen chavista. 

No cabe duda que como decía Don Jesús Reyes Heroles: la forma, es fondo. 

Esta es una perla de Rogelio Barrios, colaborador especial de Política al Día para temas políticos nacionales.