En verdad que este asunto de la Nueva Normalidad provoca paradojas difíciles de entender. Estamos viviendo en un mundo bizarro donde hasta lo más lógico se hace ilógico. 

Y es que ante la incertidumbre de si el COVID-19 se puede contagiar por transmisión sexual, el doctor Hugo López-Gatell afirmó que el COVID-19 no se contagia vía sexual, pero “si hay besos, si hay abrazos, se puede transmitir, pero es por vía respiratoria, no por vía sexual”. 

¡Caray! ¿Entonces cómo se le hace? Los más avispados podrán decir que hay dos opciones. La primera opción es ¡A lo que va! Nada de besos y arrumacos, Usted, con todo y cubrebocas, láncese directo y procure no agitar mucho la respiración. La segunda opción, ya que andamos este 21 de julio festejando el ¡Día del perro! Pues así, dándose la espalda y sin besitos en la nuca. 

No se ría que es en serio. Hay que buscar opciones porque ante todo está la seguridad. 

Lo increíble del caso es que las autoridades puedan separar el contacto sexual con los besos y abrazos, ¿Cómo piensan entonces que se puede hacer eso? 

Nos queda claro que López-Gatell se refiere al coito per sé o a la transmisión de fluidos sexuales… pero como que es difícil, ¿O no? A menos, claro, que se trate de los tan concurridos encuentros sexuales en los que el intercambio monetario no incluye los besos.