A raíz de la búsqueda por 24 días del niño Dylan en San Cristobal de las Casas, Chiapas; las autoridades dieron con una banda de mujeres que tenían en su poder 23 indígenas a los que explotaban impunemente en las calles, mal nutridos y con amplias señas de dolor al sometimiento.

Luis Carlos Rodríguez González escribe en Contrarréplica que de acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), en el país se han reportado mil 970 niños, niñas y adolescentes como desaparecidos, entre el 1 de enero al 21 de julio de 2020.

En promedio 7 niños los robados al día.

El director del Redim, Juan Martín Pérez, sostuvo que ‘el caso de Dylan, es la prueba del desinterés y de la burocracia ante el robo de menores’ 

La pregunta es ¿organismos como el Redim solo sirven para llevar el conteo de los delitos de este tipo’.

¿Sabía usted de la existencia del Redim? ¿El director Juan Martin Pérez, se hizo presente al lado de la madre de Dylan que se ha pasado días clamando apoyo en las puertas de Palacio Nacional? ¿Ha escuchado que el Congreso, el Poder ejecutivo o el Judicial hayan tomado alguna decisión al conocerse esos escalofriantes dados? ¿Ha escuchado o leído algún ¡hasta aquí!, por parte de ese organismo, que más bien parece un elefante blanco más de los muchos que hay en México?

En realidad los 23 niños rescatados de las manos de unas hienas no son los únicos. Por lo regular las escenas de probables niños sometidos es algo normal en las principales calles de las ciudades más importantes y turísticas a las que por solidaridad la gente apoya, pero las autoridades ni por asomo les nace un poco de perspicacia de que esos niños pueden haber sido arrancados de sus familiares y menos iniciar investigaciones ministeriales para saber la relación sanguínea de ellos con quienes los ponen en esas situaciones de mendicidad.

Y es que en realidad, la publicación de hoy del Diario Contrarréplica, -periodismo de investigación- pone los cabellos de punta.