Muchos pensaban que después de las fiestas patronales de Xico, los casos de COVID-19 se irían a las nubes pero el aumento, aunque fue sustantivo, en realidad pudo haber sido peor. 

A principios de junio se había anunciado que las fiestas de Xico serían canceladas por la actual epidemia del COVID-19. Lo anterior había sido confirmado por las autoridades municipales pues no había condiciones de seguridad para llevar al cabo las fiestas en honor a Santa María Magdalena. La decisión se tomó y formalizó por Cabildo, y dicha tradición de más de 50 años había sido, oficialmente cancelada y que sólo se iban a realizar las actividades eclesiásticas. 

A pesar de lo anterior, a la población no le importó y pese a la epidemia, los xiqueños celebraron la fiesta patronal sin respetar la Sana Distancia. Lo anterior fue difundido ampliamente por medios de comunicación el pasado sábado 12 de julio y en esa fecha Xico presentaba 24 contagios acumulados y 3 defunciones por COVID-19. 

Con corte a este domingo, 15 días después de la realización de las fiestas patronales, se puede hacer un corte más representativo de qué fue lo que le costó al municipio realizar sus fiestas. 

Este domingo Xico presenta 33 casos de COVID-19 (9 más que hace 15 días; un aumento del 37.5%), además de que las defunciones pasaron de 3 a 5. 

¿Cuál es el resultado de la desobediencia civil? En este caso un aumento del 37.5% en los casos de COVID-19 y 2 lamentables defunciones.

¿Pudo ser peor? Sí, pudo ser peor, y tal vez no les fue peor porque el número de casos era muy pequeño y los casos activos aún mucho mayor. Sin embargo, en municipios más grandes, con casos activos alto, imprudencias como la de Xico podrían costar mucho, pero muy caro.