Apenas ayer en este mismo espacio, el colaborador especial de Política al Día para temas nacionales, Rogelio Barrios, comentaba el tema del canibalismo en San Lázaro, pues Morena estaría por atajar al PT en su intención de quitarle la Mesa Directiva que le toca al PRI. 

Y es que hay que recordar que conforme a los acuerdos de arranque de esta LXIV Legislatura Federal, la Presidencia de la Mesa Directiva se rotaría entre los 3 partidos mayoritarios a saber: Morena, Acción Nacional y el tricolor. 

Ya fue el turno de Morena, ya le tocó al PAN, y ahora el PRI es quien sigue esperando turno al bate. Sin embargo, Fernández Noroña en su clásica actuación de porro, estaría buscando mañosamente de integrar diputados a la fracción del PT para quedarse con la la Mesa Directiva al superar en número a los diputados del PRI. 

No obstante, dicha escaramuza parece que no va a fructificar y desde ya, se están comenzando a desgranar los nombres de los diputados del PRI que podrían encabezar la próxima Mesa Directiva en la Cámara de Diputados. Lo anterior toda vez que el PRI estaría cobrándole el apoyo a MORENA, a cambio del apoyo priista que se dio para que pasara la iniciativa de López Obrador que permitía la compra de medicamentos en el extranjero. 

Así, y toda vez que los partidos no dan paso sin huarache, el diputado veracruzano, Héctor Yunes Landa, por cierto, es uno de los mencionados para ocupar tal posición. Héctor Yunes por cierto es uno de los legisladores que pelean la posición del “decano” en la actual legislatura, pues su trayectoria legislativa ya es dilatada y tiene algunas décadas. 

La terna no está fácil, pero hay probabilidades para el veracruzano. Enfrente no están huesos fáciles de roer, pues entre los otros aspirantes están Dulce María Sauri Riancho, ex gobernadora de Yucatán y también es vicepresidente de la fracción priísta igual que Héctor. 

El otro aspirante fuerte es Ernesto Nemer, del Estado de México, quien fuera ex procurador Federal del Consumidor en la administración de Peña Nieto. 

La decisión para el PRI no será fácil, sin embargo será una buena oportunidad para que los analistas políticos diluciden de una buena vez la fuerza que aún guardan los peñistas, los del Estado de México o los del interior.