Luego de que se dieran a conocer los videos de Pío López Obrador (hermano del Presidente Andrés Manuel López Obrador) recibiendo paquetes con aparente dinero, y en los que se hacían cuentas de miles de pesos y la danza de los millones, muchos voltearon a ver a los posibles responsables. 

Lo cierto es que a AMLO se le juntaron las quinceañeras en el caso de los vídeos que exhiben a su hermano incómodo, que por cierto no ha dicho pío. 

De entrada se pensaba que los videos podían ser obra y gracia del innombrable; otros comentaban que era la forma que tenía Manuel Velasco para apretar al Presidente para que le cumpliera los acuerdos pactados; los más obvios consideraban que era la venganza de los panistas exhibidos en los videos previos de Lozoya. 

Sin embargo, se empieza a rumorar que el golpe no vino del innombrable, no. Tampoco de su némesis, Felipe, y mucho menos de Peña por haber violado el supuesto 'pacto de impunidad'. 

¡No! Ahora se comenta fuertemente en los pasillos de Palacio que la idea primaria de la 'filtración' vino de la industria farmacéutica en una elaborada operación de espionaje y hackeo, de la cual se percató David León, quien estaba por hacerse cargo de la empresa del Gobierno que se encargaría de comprar los medicamentos en el extranjero. 

Sin embargo, al verse acorralado, David León tuvo que confesar las grabaciones y la inminente divulgación de los mismos. 

De ser cierta la versión, sería una carambola de varias bandas y podría haber aún más.