Hace un par de semanas la noticia de que Oaxaca se convirtió en la primera entidad del país en prohibir la venta, el regalo o suministro de comida “chatarra” a menores de edad, tuvo bastante eco. Y no es para menos, pues a simple vista parece una medida positiva para enfrentar el grave problema de obesidad que existe en México. Pero la verdad es que esto es sólo una maña política más que afecta las libertades individuales de la sociedad y que no abona algo para solucionar la situación; es humo, pues.

Lo explico de la manera más sencilla posible: está prohibida la venta de productos con alto contenido de calorías y azúcar a menores de edad, pero sólo aquellos incluidos dentro de la Norma Oficial, es decir, el comercio formal. Esto significa que si el producto en cuestión se vende de manera informal su venta no es ilegal, sin importar los contenidos calóricos que contenga. En resumen, un menor de edad puede comprar hamburguesas, hot dogs, gorditas, garnachas, tlayudas, nieves, helados, bolis, pan o frituras de la calle, pero no puede comprar unos Takis o unas Ruffles.

¿Suena lógico? Por supuesto que no, pero tampoco es sorpresivo. Ya he denunciado varias veces que el gobierno de López Obrador está empeñado en acabar con la poca libertad económica que teníamos en el país, pues las ideas que están implementando son de corte socialista; con el afán de (supuestamente) abogar por los pobres, están acabando con la economía de todos. Las políticas prohibicionistas nunca han funcionado, hay miles de pruebas que lo constatan, pero al gobierno eso no le importa, sino tener y mantener el poder. Por ello es que dicha medida se anuncia con “bombo y platillos”, pregonando preocuparse por la salud de los niños y jóvenes mexicanos, pero lo único que realmente les importa es ganar simpatía para conseguir votos, nada más.

Ya hay pronunciamientos en contra por parte de los empresarios del país, desde los micro hasta los grandes, pues ven en esta ley una afectación directa y grave para sus ya lastimadas finanzas. Señalan que la insana alimentación de los mexicanos no puede regularse con medidas prohibicionistas, sino que mediante la educación y la cultura es como se puede y debe atender este problema, y más de acuerdo no puedo estar.

El Congreso local de Tabasco replicó dicha medida y ahora sigue Veracruz. Pues son estados a los que les urge aprobación rumbo al 2021, particularmente en la entidad jarocha. La administración de Veracruz ha sido tan desastrosa que cualquier acción que obtenga el más mínimo aval de la población les conviene, ya que los pésimos resultados del gobierno morenista le han restado puntos de aprobación al mismo Obrador.

Así que, de aprobarse esta reforma, veremos a grupos progresistas celebrar, mientras los negocios de los veracruzanos cargan con una lápida más. Entre el aumento de impuestos, un pésimo manejo de la pandemia y ahora las prohibiciones, el gobierno del partido del presidente de la república está acabando con la economía de México. Supongo que este de tipo de cosas suceden cuando tenemos al frente del gobierno a gente con 90 por ciento de honestidad y 10 por ciento de capacidad; resultados fatales, pero bien honestos...

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