Al PRI de Veracruz le pasó como a los juguetes de los niños. Muchos, cuando se sintieron grandes, olvidaron al juguete, pero ahora que ya no tienen con qué jugar, haciendo berrinche quisieran arrebatárselo a quien ahora lo tiene. 

El ejemplo más claro es lo que está pasando en el Comité Directivo Municipal (CDM) del PRI en Papantla, donde en los próximos días se le tomará protesta a Carlos Molina como nuevo Presidente. Él está más que cincho, pero en días pasados hubo actores que le quisieron mover el tapete incluso promoviendo en notas periodísticas de la zona a un impresentable personaje como Leandro Zamora Fernández, quien, según sus promotores, se quedaría con el CDM. 

Y es que al PRI, curiosamente, hasta hace pocas semanas pocos volteaban a ver al PRI, y eran más los que se desmarcaban del partido que los que se querían sumar. A muchos políticos les brotó lo Verde y de ser priístas pasaron a engrosar las líneas del Partido del Tucán. 

Sin embargo, como muchas veces pasa en política, el efecto dominó comienza en el Altiplano y termina dando el último coletazo en los municipios. 

Luego del anuncio del Presidente Nacional del Partido Verde, Carlos Puente, en el sentido de que ese partido iría en solitario en la búsqueda de las alcaldías, muchos vieron cómo sus aspiraciones de ganar una alcaldía (en una eventual coalición Verde-Morena-PT) se desvaneció. 

Ahora, en la completa viudez, no son pocos los que se dieron cuenta que no eran tan “verdes” como presumían y quisieran volver a ver si aún está disponible el juguetito “rojo”. 

Dirían los clásicos “Laaaaaaaaástima, Margarito”, para estas alturas las posiciones, cuando menos en los Comités Directivos Municipales, ya están electas y, si quieren, tendrán que buscar otros caminos más democráticos. 

Carlos Molina tomará protesta en los próximos días, y su dilatada carrera partidista y de zapa en el municipio le augura un buen futuro… nomás que ojo Don Carlos, no le vayan a querer meter con cuña a personajes tan nefastos como el tal Leandro, ¿Qué necesidad? 

Lo que está pasando en Papantla se ve también en varias trincheras. Aunque ojo, sería bueno detectar a esos de piel “verde”, pero de con corazón “rojo”.