La jugada del principal promotor de este movimiento (el diputado Fernández Noroña) parecía impecable. Requería de que Morena regresase al PT los Diputados que éste le cedió para alcanzar la mayoría absoluta, más la captación del Diputado “independiente” y con eso rebasaba al PRI como la tercera fuerza en la Cámara. 

Sin embargo, algo escapó de la inteligencia del falaz estratega: al perder Morena la mayoría, automáticamente debía ceder la Presidencia de la Jucopo a la segunda fuerza en el hemiciclo, a saber, Acción Nacional. 

Se sabe que en Palacio Nacional no ven tan desagradable la chicanada que pretenden los ultras, sobre todo porque el “gran legislador” no quiere que la respuesta de este Informe la de alguien que pueda exhibir y golpear a su “gobierno” y con ello arrebatarle la nota principal en los medios o, por lo menos, rivalizársela. 

Pero tampoco es cuestión de perder el control de la Cámara por apoyar la ideota de uno de los convencidos del proyecto. Por tanto, este domingo se operó para que un Diputado de los que se “incorporaron” a la bancada del PT volviera al rebaño morenista.

La instrucción ahora es conseguir Diputados de otra bancada afín y ésta parece ser la del PVEM; de esta forma, podría conseguir el PT los dos diputados que anunció el aspirante a presidir la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña en un twitter la tarde de este domingo y MORENA no perdería la JuCoPo. 

¿Qué pasaría con el Grupo del PRI, en caso de que esta jugarreta legislativa cuaje? De entrada, es evidente que dejarían de prestar apoyo para el logro de votaciones “calificadas”. Aunque se habla que el pastor de la minibancada tricolor tiene un as bajo la manga: un acuerdo con el PAN a efecto de que se pueda mantener como tercera fuerza parlamentaria. Situación que no sería develada hasta el momento en que se estabilice el número de integrantes del Partido del Trabajo. 

Jaloneo intenso pues en San Lázaro. 

Lo anterior es una perla de Rogelio Barrios, colaborador especial de Política al Día para temas nacionales.