Esta vez ni el poder ni las influencias, ni aunque está preso en el Reclusorio Norte de la CDMX, libraron al exgobernador Javier Duarte de Ochoa de que se le pueda hacer efectiva una nueva orden de aprehensión girada en su contra por desaparición forzada según la causa penal que se le sigue en Veracruz en el expediente 103/2018 considerada grave.

Lo anterior debido a que el Juez Federal Sexto de Distrito de Amparo en materia penal le negó la suspensión definitiva al Amparo solicitado por el exgobernador de Veracruz en el juicio de garantías con el que preguntó si existía un nuevo mandato de captura en su contra.

Y pues sí, sí había un nuevo mandato de captura y tendrá que ser ejecutado y, el cordobés tendrá que ir a juicio ahora por desaparición forzada un delito considerado grave, por lo que una vez capturado no tendrá derecho a fianza.

Así que para los que pensaban que Duarte pronto estaría viviendo de lo robado allá en Inglaterra y asistiendo a las fiestas del Castillo de Windsor y la residencia de la Reina Isabel II, pues tendrán que esperar un poco porque primero deberá ingresar al Palacio de Pacho Viejo y defenderse en un juicio que posiblemente se lleve su buen tiempo.

No existen los crímenes perfectos.

Y pues sí, y con razón allá en el altiplano los peñistas culpan a Duarte y a Rosario Robles de que por su impericia le echaron a perder al PRI el modus vivendu que por años les dio financiamiento a costillas del pueblo.