La mañana de este martes la clase política nacional se levantó con la noticia de una nueva baja en el Gabinete de Andrés Manuel López Obrador. Jaime Cárdenas, después de pocos meses de estar al frente del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, tiró el arpa y -a decir de AMLO- decidió regresar a la academia. 

Con ésta, es la decimosegunda renuncia de un funcionario de alto nivel en el Gabinete, y al respecto López Obrador dijo que "Se tiene que tener fortaleza para resistir las tentaciones del poder, el dinero. Las tentaciones de lo material y el poder exalta, hace brotar virtudes y defectos. El poder atonta a los inteligentes y a los tontos los vuelve locos”. 

Sin embargo, la salida de Cárdenas provoca toda una oleada para el reacomodo gubernamental. 

En principio, el lugar de Cárdenas será ocupado (a partir del 1 de octubre) por Ernesto Prieto, actual titular de la Lotería Nacional. 

Adicionalmente, para ocupar el lugar de Prieto, se llama a Margarita González Saravia, actual secretaria de Turismo y Cultura en el Estado de Morelos, donde lleva las riendas Cuauhtémoc Blanco. 

Así las cosas en la 4T, donde las renuncias son -todas- por motivos personales y jamás se ha aceptado (y tal vez jamás se acepte) que hay diferencias entre el Presidente y sus subalternos. 

¿Cuál es el perfil que exige AMLO a los altos funcionarios de la 4T? Saque sus conclusiones, pero eso sí, si los funcionarios muestran un poco de desacuerdos o externan las desavenencias… júrelo que pronto se va… y por motivos personales.