Alejandro Rojas Díaz Durán, después de tanto golpear a sus compañeros de MORENA, tanto a gobernadores que no simpatizaban con su proyecto de convertirse en el nuevo presidente del CEN de Morena hasta los otros aspirantes que se le ponían enfrente. 

Para todos tenía algo de lodo para tirarles encima. 

Hasta que finalmente se dio cuenta de que su propia antipatía le cerraría las puertas entre la militancia de MORENA. 

Aun así, al dar a conocer que se bajaba del caballo tiró sus últimas gotas de veneno en contra de su Partido y del proceso interno para elegir al nuevo presidente, al que calificó como es ‘un carnaval grotesco de vanidades sin sustancia, en el que no existe una elección democrática ni piso parejo’. ‘Es un proceso fraudulento, ilegal e ilegítimo”.

Incongruente en sus ideas, Alejandro Rojas se dice ganador por ser el Ala democrática más poderosa y unida dentro de MORENA, pero al mismo tiempo se autonombra el nuevo líder y fiscal que ‘impondrá piso parejo para todos los liderazgos en el 2021’.

Incongruente con su forma de ver y entender la democracia crea por sus pistolas un nuevo movimiento que denomina ‘ El Ala democrática de MORENA’ desde la cual, adelanta será vigilante de lo que haga o deje de hacer la nueva presidencia, para que ofrezca piso parejo a quienes aspiren a una candidatura en el 2021. Así de simple, como no pudo ganar la presidencia porque seguro se dio cuenta que sus números no le daban, ahora se convertirá en el Juez por encima clara de cualquier Comisión de Honor y Justicia en MORENA.

Incongruente al informar que se retira porque no avalará con su participación política un proceso que está viciado de origen y que no es equitativo justo y democrático, y dice que aun cuando salga en las encuestas, porque no hay piso parejo. Entonces voy a esperar a mañana para tomar esa decisión pero ya está, digamos, anticipado que no pienso avalar ese proceso que está viciado de origen por fraudulento, inequitativo, ilegal e ilegítimo”.

Y pues ese ‘voy a esperar a mañana para tomar esa decisión es que quizá piensa que los demás candidatos a la presidencia lo busquen esta noche y le rueguen que no se salga del proceso. Así de incongruente es Alejandro Rojas Díaz Durán, un auténtico peleador callejero que no le da para liderar al partido en el poder.

Lo que quizá tendrá que explicar de dónde salió tanto dinero que le permitió andar como chapulín de estado en estado durante casi un año, haciendo campaña por un cargo que de plano los morenos no están dispuestos a otorgarle.