La noticia bomba de la semana pasada fue la revocación del mandato por presuntas faltas al deber legal de la Magistrada Presidente del Poder Judicial del Estado de Veracruz. 

Las opiniones políticos y juristas están totalmente divididas y es que mientras a la Magistrada Sofía Martínez Huerta no se le demuestre de lo que se le acusa y se revise si el procedimiento de su expulsión de la presidencia del Poder Judicial y de la Judicatura, todo seguirá en el limbo, no el político, sino el jurídico. Y eso no se resuelve en medios sino en tribunales.

Lo que viene es impredecible pues en el ring se encuentran dos súper gladiadores llamados Poder político y Poder jurídico.

Hasta hoy el Poder político le ha dado un revolcón al Jurídico… pero ¡Aguas!… Ruedan versiones de abogados experimentados y estudiosos del derecho que anuncian que en el terreno jurídico Sofía Martínez Huerta tiene la razón y que al final habrá vencido a quienes le revocaron el mandato.

Incluso, representantes de la Conferencia Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de los Estados (CONATRIB) han expresado su apoyo a la magistrada Sofía Martínez Huerta, recientemente destituida de la Presidencia del TSJ y del Consejo de la Judicatura.

¿Quién y qué pasará en este tenebroso e inédito caso?

Nadie lo sabe, nadie puede ni debería aventurarse a dar un veredicto pues eso indudablemente que será materia incluso de la Suprema Corte de Justicia.

Habrá sin duda mucho circo por delante, hasta que exista un pronunciamiento jurídico de parte de las autoridades competentes y estos actos lamentables pueden incluso derivar en prisión de alguno de los lados de este histórico hecho para Veracruz, para el país y para la Constitución de la República y la del Estado.

El caso sin lugar a dudas exige un veredicto.