Era un secreto a voces que Porfirio Muñoz Ledo no se quedaría quieto ni con los brazos cruzados con un resultado adverso en la tercera vuelta de las encuestas del INE para definir la presidencia nacional de Morena. 

Muñoz Ledo es así. ¡Impredecible! A sus 87 años hace lo que se le pega la gana. 

Tal y como marcan los cánones políticos, después de que el INE declaró ganador al diputado Mario Delgado, éste hizo un llamado a Muñoz Ledo a sumarse y darle para adelante rumbo al 2021, pero Porfirio ni por asomo demostró la civilidad política que debiera; en cambio, se ha dedicado a calentar el perol y a declarar fatídicas sentencias en contra de su compañero diputado Mario Delgado y amenazar con empantanar los trabajos ya de por sí retrasados de Morena rumbo al 2021, sobre todo en estados como Veracruz donde los aspirantes a dirigir el Comité Estatal llevan ya varios meses calentando el brazo. 

¡No me doblegaré! 

¡No reconozco resultados! 

¡Por eso apelé los resultados de la encuesta y buscaré que se reponga la elección en MORENA! 

¡Iniciaré una lucha jurídica por la dirigencia de Morena! 

¡No cederé ante la ilegalidad en MORENA, seguiré la lucha por la vía judicial con el apoyo de las y los militantes y de la opinión pública! 

Es parte de lo que esgrime Muñoz Ledo. Es decir, las encuestas sirvieron para dos cosas: Perder el tiempo.