El Semanario Proceso en su versión de internet presenta una nota firmada por el reportero Noé Zavaleta en la que se da cuenta de la existencia de aviadores e irregularidades en la compra de medicamentos en la Secretaría de Salud del Gobierno de Veracruz.

Y no es cuento ni chisme de café.

En la nota se afirma que las irregularidades en el ejercicio de los dineros federales fueron detectadas mediante auditorías formales practicadas por la Auditoría Superior de la Federación.

Tales abusos e irregularidades causaron un presunto daño patrimonial por más de mil 963 millones de pesos que se observaron de la revisión e informe de resultados a la Cuenta Pública Federalizada de 2019, es decir, no sucedió en anteriores gobiernos, sino en la dependencia en manos del paladín de la 4T Roberto Ramos Alor.  

En el informe se destaca que más de mil trabajadores matriculados en nómina no fueron encontrados en su centro de trabajo, traslados irregulares en cuentas bancarias, así como inconsistencias en los contratos para la compra de medicamentos por 36 millones adjudicados directamente fuera de las normas de la Ley de Adquisiciones, a un empresario jalisciense, esto último que fue señalado oportunamente en este medio y en muchos otros más.

¿Recuerdan aquella ‘histórica’ frase de Ramos Alor, ‘A ustedes ningún chile les embona’? pues sucedió precisamente cuando reporteros le cuestionaban por esa irregular adquisición.

El caso es que la Hacienda Pública Federal exige en reintegro de esos mil 963 millones de pesos, más los rendimientos financieros que se generen, dice la nota de Noé Zavaleta.

Y mire lo que son las cosas, la mayoría de las observaciones que se puntualizan en el Informe de Resultados de la Cuenta Pública pudiera darse el caso que si hayan ejercido los recursos para los propósitos que le fueron autorizados, pero  ya lo hemos señalado en este Portal, manejar tanto dinero que se encuentra protegido por una estricta normatividad federal y no saberle el teje y maneje es como echarse de cabeza en una alberca sin agua.

Muchos de los hoy administradores y altos funcionarios de Salud, incluyendo a Ramos Alor, pasaron de protestar en las calles y hacer proselitismo político en la izquierda a ocupar altos cargos administrativos que requieren capacitación, experiencia y actualización.

Así que es hora de que se sepa la verdad y caigan las caretas. ¿Quién ordenó favorecer al alto funcionario de Morena en el Estado de Jalisco con un contrato de más de 36 millones de pesos en medicamentos por adjudicación directa?

 Y quizá esto apenas sea la punta del témpano de hielo en el mar, falta ver cómo manejaron el dinero federal en otras dependencias.