En las matemáticas el orden de los factores no altera el producto, pero en política sí y de qué modo. 

Las alianzas o coaliciones hacia afuera, sin la fuerza interna de quiénes las forman, están fritas. 

Miren, durante la celebración del pasado Consejo Estatal del Partido Acción Nacional en Veracruz, mientras que Joaquín Guzmán Avilés, presidente del Comité Directivo Estatal, hablaba en su discurso de cómo la unidad y las alianzas políticas les habían dado triunfos importantes en Veracruz, incluso hasta ganar la gubernatura, por abajo del agua fraguaba su traición y entregaba nombramientos de consejeros entre su propia gente, dejando fuera a todos los demás grupos políticos azules. 

El 'Chapito' se quedó con todo, demostrando que hay unidad pero hacia su equipo nada más. 

Lo anterior le ha creado un ambiente de inestabilidad política a Joaquín, que al final de cuentas lo ha puesto de espaldas en las negociaciones políticas con el PRI y el PRD, puesto que el PAN, sin todos los grupos azules, se queda como un auténtico cascarón sin fuerzas. 

Y es que la estrategia de negociar y entregar plazas  al PRI y al PRD en aquellos lugares donde se ubican líderes naturales de los demás grupos políticos es tan simple y burda que no podía pasar desapercibida, ni parece que le vaya a redituar votos para la posible alianza o coalición con el PRI y PRD. 

Es decir, lo que se veía como en el horizonte como una oportunidad para hacerle frente a MORENA se desinfla por la errónea estrategia del ‘Chapito’. 

¿Lo permitirá el CEN de Marko Cortés? ¿Se quedarán con los brazos cruzados los grupos azules que han sido marginados por el ‘Chapito’?