Antes que nada, tenga en cuenta que en ningún momento se señala en este texto que el COVID-19 no exista o que ya no haya contagios en la Capital Xalapa, la epidemia sigue y es nuestra responsabilidad seguir las medidas de seguridad que han marcado las autoridades sanitarias. 

El alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero, ha declarado en recientes ocasiones que hay un alarmante aumento en el número de contagios e incluso se ha llegado a especular que debido a eso Xalapa podría volver al Semáforo Rojo. 

En este mismo espacio, con los datos oficiales de la Secretaría de Salud, se ha advertido que Xalapa y Orizaba se habían convertido en los nuevos epicentros del COVID-19 en Veracruz, sin embargo, las tendencias han ido cambiando. 

De acuerdo a las cifras oficiales, el pico del COVID-19 en Xalapa se presentó en la tercera semana de julio. Fue el 16 de julio que Xalapa presentó más casos de COVID-19, ese día se llegó al récord de 50 contagios en tan solo un día (28 hombres y 22 mujeres), mientras que el número mayor de muertos durante toda la pandemia se dio en esos días, el 19 de julio, con 10 lamentables defunciones (8 hombres y 2 mujeres). 

A partir entonces la tendencia comenzó a descender. La velocidad de contagio hasta ese día había sido vertiginosa, con incrementos semanales de más del 15% en el número de casos. Fue con esas cifras que Xalapa se mantuvo en Semáforo Rojo y había sustento en las cifras para ello. 

Fue hasta el 11 de septiembre cuando por primera vez, Xalapa cambió a Semáforo Naranja. Ese día, se presentaron 14 nuevos contagios (7 hombres y 7 mujeres), mientras que el número de lamentables fallecidos fue de 7 (4 hombres y 3 mujeres). Para esa fecha, la velocidad del incremento de casos semanales había bajado a un 7%. 

Por tanto, ahora, cuando se ha insistido una y otra vez por parte del alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero, que la Capital está en riesgo de volver al Semáforo Rojo por la poca civilidad de los ciudadanos, es que debemos voltear a ver los casos que se presentan y la velocidad de contagio. 

Durante todo el mes de noviembre la tasa de incremento en el número de casos ha oscilado de semana a semana, entre el 1 y 2%. Esto es, un número sumamente menor al presentado en julio o en septiembre. 

Por poner un ejemplo, en el último mes, el 15 de noviembre fue el día que Xalapa tuvo más contagios, teniendo solo 11 contagios ese día, mientras que el lamentable número de muertos se redujo a solo uno. 

Por tanto, basta con observar la curva oficial de la Secretaría de Salud (https://datos.covid-19.conacyt.mx) para preguntarnos, ¿A qué alarmante aumento en el número de casos de COVID-19 se refiere el alcalde Hipólito Rodríguez? ¿Estamos siquiera cerca de las cifras que registraba Xalapa cuando estaba en Semáforo Rojo o cuando recién cambió a Semáforo Naranja en septiembre? Con un incremento promedio diario de 5 nuevos casos en una ciudad de medio millón de personas, ¿No deberíamos estar más cerca del semáforo amarillo e incluso tirándole a verde? ¿La preocupación del alcalde se sostiene en cifras y datos duros o solo es la intención de espantar con el petate del muerto? 

La realidad es que la ciudadanía ha relajado las medidas y la Sana Distancia son conceptos que parecen ser letra muerta. Lo anterior no es para nada recomendable si es que se quiere evitar algún rebrote. Como sociedad, efectivamente y tal como lo ha señalado el alcalde, se ha mostrado poca civilidad; sin embargo, de allí a que las cifras oficiales sustenten sus dichos del riesgo de volver al Semáforo Rojo, hay un enorme trecho. 

¿Cuáles serían las razones por las cuales Xalapa podría volver en el corto plazo al Semáforo Rojo? Sólo que la Secretaría de Salud destine menos camas para el COVID-19, pues uno de los principales factores para ello es precisamente la disponibilidad hospitalaria, pero eso, con la pena, no es responsabilidad de la sociedad.