Los embarrados -o por embarrar- en el caso de la Estafa Maestra y el desvío de dinero público hacia las campañas políticas del PRI, empezaron a sacar la cabeza y desde luego a negar haber participado o de reconocer que el dinero del que se habla haya llegado al PRI o a las campañas de Enrique Peña Nieto o José Antonio Meade Kuribreña. ¡Ni modo que lo fueran a aceptar! 

Sin embargo, algunos políticos priistas reconocen que las circunstancias y señalamientos de Rosario Robles y Emilio Zebadúa dañan la imagen del PRI rumbo a las elecciones del 2021. Así lo reconoció el hoy diputado federal René Juárez Cisneros, y abundó que como líder del CEN del PRI en la campaña presidencial de Meade no tenía que ver con ese tema. 

Como si no se supiera que los jefes no firman nada -para eso tienen quien lo haga por ellos- pero son los que ordenan y mandan; por ello, las declaraciones del priista René Juárez Cisneros -en las que no niega que hayan llegado recursos públicos al PRI- deja en el aire que pudo haber, pero otros fueron los responsables. Así son de zacatones algunos políticos. 

Otro ejemplo es el de Luis Videgaray quien alega que él y Rosario eran pares y nunca fue su jefe, como si tampoco se supiera que los más allegados al jefe -en este caso, Peña Nieto- lo hacen simplemente por ‘instrucciones’ y todo mundo se cuadra y obedece. 

Lo cierto es que todo el lodo político que hoy se maneja en medios en torno a la Estafa Maestra, quieran o no, daña la ya de por sí deteriorada imagen del PRI.