Como todo mundo se imaginó, el día de ayer era obligada la aparición pública del doctor Hugo López-Gatell, subsecretario de salud del gobierno federal, luego de las fuertes y directas críticas que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó sobre México por la forma irresponsable de estar enfrentando la pandemia del COVID-19. 

Declaraciones internacionales que hacían pensar que las autoridades mexicanas de salud las entendieran y prometieran enmendar caminos y tomar en serio la pandemia como exhortó la OMS. Pero no, no fue así. 

El ya famoso, controvertido y desgastado subsecretario López-Gatell se aventó una torera y olímpicamente se atrevió a esquivar el golpe. 

Experto en la retórica, López-Gatell nos quiso voltear la tortilla y dijo cínicamente que las críticas de la OMS ‘no me lo dicen a mí’. Dijo que las advertencias no fueron para el gobierno, sino para los ciudadanos. 

Háganos el regalado favor, queridos lectores. ¡Qué hombre tan cínico! La OMS se refirió directamente a sus líderes, a los que deben poner el ejemplo. Son muchos los MORENOS que siguen fielmente lo que haga o diga el presidente AMLO y sí él no le da importancia al uso de cubrebocas y otras medidas de sanidad, pues sus seguidores que aún son muchos, también. 

Lo que quizá no sabe o no quiere entender el doctor López-Gatell es que desde ayer los mexicanos hicieron suyas las advertencias de la OMS y poco le importa lo que opine el torero funcionario federal.

Lo que es cierto es que las minorías en México esperan que AMLO lo piense mejor y se ponga de una vez por todas el cubrebocas.