A dos años de claroscuros en el gobierno de López Obrador, si no es el gobierno más criticado por los medios como él mismo se ha encargado de propalar, sí es sin duda, uno de los más polarizados. Hay quienes le reconocen sus alcances y logros, y hay también quien le señala sus faltas y verdades a medias y mentiras completas. 

¿Cuáles son algunos de los avances presumidos por el gobierno actual? 

- La corrupción, el huachicoleo y el fraude electoral se convirtieron en delitos graves. 

- Estímulos fiscales para la frontera norte; en el sur a partir de enero. 

- Se reconvirtieron 971 hospitales para atender pacientes COVID-19. 

- Dos millones 750 mil créditos otorgados para actividades productivas y vivienda. 

- Se han recuperado 555 mil 600 empleos formales. 

- Los delitos del fuero federal bajaron 30% y de 11 delitos de alto impacto del fueron común, ocho registran disminución visible. 

- La percepción de inseguridad de los ciudadanos está en la cifra más baja en cinco años. 

- El salario mínimo aumentó 30% en términos reales. 

- Están terminadas o en proceso 140 universidades públicas. 

- 46,783 comunidades ya cuentan con conexión a internet. 

- 28 mil millones de pesos invertidos en el mantenimiento de 40 mil kilómetros de carreteras. 

- 300,000 trabajadores de la educación basificados. 

¿Cuáles son los pendientes que aún tiene el gobierno? 

- Lograr la descentralización de las dependencias del gobierno federal. 

- Impulsar el desarrollo de Fuentes de energía renovable, al rehabilitar hidroeléctricas. 

- Llegar a la verdad acerca de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. 

- Reducir delitos como el homicidio doloso, el feminicidio y la extorsión. 

En contraposición, hay una retahíla de datos que podrían contradecir casi todos los logros enlistados por López Obrador y basta echarse una vueltecita por las columnas de opinión de estos días para saberlo. 

Hoy siguen en el tintero más temas pendientes que resueltos y a dos años del gobierno de la llamada 4a Transformación, la sociedad no percibe un cambio verdadero más allá de la retórica gubernamental que muchos prefieren repetir como loritos sin tener a ciencia cierta, ningún dato que sustente sus dichos. 

Dos años de claroscuros… y los que faltan.