Bien dice el dicho que “El que vende, siempre pensará que vende barato; y el que compra, que compra caro”. Algo así les está pasando al PAN y al PRD de Veracruz, que no logran reconciliar sus aspiraciones. 

Hoy por hoy, de los tres partidos políticos, el PAN es el que mayor votación tuvo en las últimas elecciones en Veracruz, y es por ello que es natural que quieran imponer sus condiciones en donde consideran que tienen las mejores oportunidades de ganar o donde les interesa cimentar o incrementar su presencia. 

Lo anterior, sin embargo, parecen no entenderlo bien en el Perredismo veracruzano, que con sus pírricos votos pretenden torpedear la alianza lanzando buscapiés al líder estatal del PAN, Joaquín, ‘Chapito’, Guzmán Avilés. 

Una y otra vez le lanzan obuses disfrazados de “preocupación”, intentando ablandar al Chapito Guzmán. De cacique del Norte no lo bajan y pretenden hacerle ver su suerte dibujándolo como un líder sin peso real en el PAN de Veracruz. 

Se sabe, por cierto, que una de las plazas que más le interesa al PRD encabezado por Sergio Cadena Martínez, es Xalapa… y aquí pretenden imponer un candidato disfrazado de Sol Azteca, cuando que es de todos sabido que la decisión del candidato en Xalapa, en caso de que la coalición se consolide, será principalmente tomada por el PAN. 

No obstante, Sergio Cadena patea el bote y manda a decir a quien lo quiera escuchar que las negociaciones se están empantanando. ¡Claro! Eso lo hace desde lo oscurito, a través de terceros que siempre negarán la mano que mece la cuna y así él podrá gritar a los cuatro vientos que jamás haría algo semejante. Antes bien, sigue lanzando sus discursos fofos de que se construye una plataforma ciudadana que se integre al proyecto de la alianza. 

¿Y mientras tanto en el PRI? En el PRI ni sudan ni se acongojan. Saben que lo que va a llegar, llegará, y que todo es parte del jaleo político en el que muchos oscuros personajes están acostumbrados a nadar. 

En el PAN no hay olas que muevan sus intereses, llevan mano y con esa tranquilidad negocian; en el PRI priva el Mar de la Tranquilidad, renovando sus comités y renovando cuadros; solo en el PRD las nubes de tormenta presagian un naufragio, pues corren el riesgo de quedarse con migajas, sin considerar que solo eso pueden aportar también… migajas.