El proyecto emocionó a la afición al futbol de Veracruz. No se recuperaban aún de la desafiliación de los Tiburones Rojos de Fidel Kuri, cuando recibieron la noticia de que un joven, Diego Bartolotta (mexicano, hijo de aquel destacado futbolista uruguayo, Daniel Bartolotta, quien pasó por varios clubes en México, como Neza, Monterrey, Puebla y Tigres) traía un equipo –“Club Veracruzano de Fútbol Tiburón”- para participar en un nuevo proyecto de futbol profesional: La Liga del Balompié Mexicano (LBM), en el que, de inicio, se consideraba la participación de 18 equipos de diferentes puntos del país.

Sin embargo, todo se esfumó.

Diego Bartolotta anunció que este lunes presentará una denuncia por fraude contra Víctor Montiel, Rafael Fonseca, Carlos Salcido, y la Liga de Balompié Mexicano.

¿La razón?

Las promesas no cumplidas por parte de los dirigentes de esa nueva Liga, pues cuando lo invitaron a participar le ofrecieron pagar la operación del equipo.

El doctor Tomás Mundo Arriasa, abogado de Bartolotta, explicó que la demanda se iniciará en Veracruz aunque se concluya en otro estado del país y está basada en las promesas incumplidas de cubrir los gastos del equipo.

“Todo comenzó cuando aún no iniciaba la Liga. Ellos (los directivos) hablaron de que la Liga cubriría el 85% de los gastos, producto de los patrocinios y los derechos de televisión, mientras que los propietarios cubrirían el restante 15%”.

Y ahí se iniciaron los problemas.

“Primero se retrasó el inicio de la Liga y nos dijieron: ‘tú absorbe estos gastos, cuando comience te los vamos a reponer’. Cuando inició la Liga sólo daban largas, y el club tenía que cubrir los gastos de arbitraje (55 mil pesos por juego), los viajes en avión (más de 100 mil), alquiler de campos y muchos conceptos más”.

En la fecha dos del torneo, Víctor Montiel fue a recibir al equipo al aeropuerto y ahí les dijo a los jugadores lo mismo, que ellos se harían cargo. “Con eso los futbolistas se quedaron más tranquilos, pero sólo fue darles falsas esperanzas”.

La liga se fue estirando hasta que terminó por reventarse. Diego Bartolotta ya no pudo seguir pagando lo que se supone que cubriría la Liga, y fue entonces cuando lo “invitaron” a salir.

Le llegó un correo electrónico en el que le decían que como no se habían cumplido todos los requisitos, que mejor dejaban al equipo afuera pero que podría regresar el próximo año.

“¿Y qué se supone que haremos con las deudas que arrastramos, sin cumplirle a los jugadores?”.

Es una pena que la voluntad y el buen ánimo de jóvenes empresarios, emprendedores y apasionados del futbol, se topen con las malas prácticas que han predominado en el balompié profesional mexicano desde hace décadas.

Diego Bartolotta está bien asesorado en lo jurídico, y con seguridad los vivales que se ostentaron como directivos de esta Liga, pagarán ante la Ley el daño que le han hecho a este deporte.

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