Y pues sí, a pesar de que todas las pruebas que hay en su contra Rosario Robles Berlanga que la señalan como presunta culpable tiene razón en exigir que se le respete la ‘presunción de inocencia’ ya que aún no ha sido vencida en juicio.

La exfuncionaria presa y olvidada por todos aquellos que debieron participar con ella en uno de los escándalos más sonados del gabinete de Peña Nieto, se queja de que Alejandro Gertz Manero, Fiscal General de la República la señaló como culpable en el caso de la Estafa Maestra en las redes del Facebook y Twitter el 12 de agosto pasado.

Y es que de lo que le sigue Rosario en la película de la Estafa Maestra parece que habrá varias temporadas, como las buenas series del Netflix .
Hasta hoy Rosario Robles no se ha decidido a presentar pruebas en contra de sus cómplices y jefea, pero las debe tener. Cualquiera con tres centímetros de frente sabe que las maquinaciones de esa naturaleza que se dan en las alturas en las que ella estuvo; no solo en el sexenio de Peña Nieto, sino como Jefa del Gobierno capitalino y como parte de la cúpula de un partido político nacional, nadie es autónomo. Siempre hay alguien que dicta las instrucciones, planea y amarra las componendas para que la corrupción de ejecute con éxito. Las piezas del ajedrez solo son eso, piezas que se mueven hacia donde el jefe manda. Y más tratándose de un saqueo multimillonario de 15 mil millones de pesos como la acusa el Fiscal Gertz Manero en las redes.

Por ello, es más que probable que la serie Rosario Robles y la Estafa Maestra está aún muy lejos de terminar, pues mientras siga insistiendo en que ‘“No tengo nada que imputar a EPN ni Osorio Chong” ahí seguirá hundida en Santa Martha Acatitla, pagando todo lo que ni en sueños debió planear y ejecutar sola.