La situación en la Ciudad de México por el COVID-19 está en verdad complicada, la saturación de los hospitales es real y los médicos y enfermeras de la zona metropolitana ya están rebasados. 

Por eso, lo que anunció Zoé Robledo, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), es revelador y al mismo tiempo esperanzador. 

En los próximos días -anunció Zoé- llegarán de diversas entidades del país a la Ciudad de México 640 médicas, médicos, enfermeras y enfermeros de la institución, a fin de reforzar la capacidad de atención para pacientes con COVID-19 en la capital del país. 

Lo anterior lo informó durante el arranque de operaciones del Hospital General Tláhuac del ISSSTE, y recalcó que la mayoría de ese personal proviene del sureste del país: Campeche, Yucatán, Chiapas y Veracruz, donde se tiene una situación a la baja en los contagios de la enfermedad que causa el virus SARS-CoV-2. 

Añadió que también se sumarán profesionales de la salud de Colima, Nayarit, Jalisco y Coahuila, “es un acto solidario que siempre nos ha caracterizado a todos como pueblo en México y no podía ser la excepción. En este último jalón seguimos de pie y seguimos juntos”. 

La situación en Veracruz, de acuerdo a lo anterior, no es ni de lejos tan grave como en la capital del país. Y es que aquí, aunque se ha vuelto al semáforo amarillo, la capacidad hospitalaria al momento no está rebasada y los médicos y enfermeras veracruzanos, valientes y solidarios, echan su espada en ristre y van a ayudar al personal médico de la CDMX. 

Que su actuar sea exitoso y desde este espacio les deseamos también un sano y feliz retorno.