Años y años los gobiernos hablaron de acabar con la evasión fiscal, incluso se convirtió en tema de campañas políticas, pero nunca sucedía al contrario, miles de millones de pesos se reintegraban a las grandes y poderosas empresas del país. En cambio, artistas, deportistas y cualquier ciudadano mortal pagaba con cárcel por pírricas cantidades evadidas al fisco.  

Pero el año pasado, el SAT dependiente de la Secretaría de Hacienda de la 4T recupero la nada despreciable cantidad de 92 mil millones de pesos en efectivo de 884 grandes contribuyentes.

Así, a pesar de la pandemia, los ingresos del país ascendieron a 4 billones 108 mil 252 millones.

Sí, un aumento de 1.5% contra el año previo, gracias a una mejora de 0.7% en la recaudación tributaria, en especial la captada de IVA e ISR.

De ese total, solo en el caso de 2 contribuyentes, de los que se obtuvieron 3 mil 579 millones de pesos, fue necesario un proceso de judicialización por la Procuraduría Fiscal, indica el informe dado a conocer en las últimas horas del martes. Los demás, como corderitos se formaron para pagar sus adeudos.

La mayor parte de esos recursos provenientes de los grandes contribuyentes, 150 mil 978 millones de pesos, son resultado de actos de fiscalización, es decir, de revisiones o auditorías por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT), mientras que solo 25 mil 185 millones fueron pagos motu proprio de los contribuyentes.

Hacienda también informó que el año pasado se devolvieron legalmente impuestos con valor de 620 mil 482 millones de pesos, un incremento de 14 mil 741 millones de pesos en términos nominales respecto de lo devuelto el año previo.

El impuesto que da lugar a más devoluciones es el IVA, y el año pasado las devoluciones por este concepto fue de 567 mil 280 millones, un aumento de 13 mil 299 millones frente a 2019.