El manotazo de Mario Delgado Carrillo, dirigente nacional de MORENA, se cumplió; en Veracruz no hay más dirigente estatal que Gonzalo Vicencio Flores. 

Y como dice el dicho, “tenían razón, pero van pa’dentro”. 

No cabe duda que los tiempos cambiaron pues ya no basta tener el poder político cuando las leyes se aplican como debe de ser. 

Quieran o no, le duela a quien le duela, quien tronará los chicharrones en la selección de candidatos de Morena y quien tendrá la voz cantante en las decisiones que se habrán de tomar de aquí en adelante hasta las próximas elecciones de junio 2021, será nada más y nada menos que el menospreciado por la cúpula en el poder, Gonzalo Vicencio Flores en su carácter de Secretario General del Partido con funciones de presidente con todo el apoyo legal y de simpatías del dirigente nacional de Morena Mario Delgado Carrillo. 

Lo anterior jurídicamente hablando, por así determinarlo el Tribunal Electoral de Veracruz este 14 de enero del año en curso. 

Y es que después de una serie peliculesca de procedimientos legales y subterfugios mediáticos la validez de la personalidad de Gonzalo Vicencio Flores estuvo flotando en el aire y restándole autoridad política que mucho daño le ha hecho a las negociaciones para armar en Veracruz una Coalición seria con el Partido Verde y el Partido del Trabajo, además, lo que era peor, saber bien a bien quienes de los aspirantes a los cargos populares que estarán en disputa tenían la ‘bendición’ del Partido Morena. 

Hasta el momento hay aspirantes de Palacio y apalabrados por el Comité Ejecutivo Estatal a cargo de Vicencio Flores, lo que en sí se ha convertido en una cena de negros. 

Lo anterior se espera termine con la decisión del TEV que es muy clara, el CEN deberá emitir la convocatoria para la renovación del Comité Ejecutivo Estatal de MORENA “una vez concluido el Proceso Electoral 2020-2021”. 

Ahora bien, en MORENA Veracruz tendrán que limarse asperezas, darse la mano y empujar todos para el mismo lado con Vicencio Flores en la cabecera, pues a estas alturas jugarle las contras sería un suicidio electoral. 

Así que a sentarse a la mesa y negociar, o de plano los Morenos podrían ser borrados en junio, no por la oposición que igual anda a la greña, sino por ellos mismos. 

Consummatum est. ¡Tan tan!