Lo único atractivo para la FGR es que haya ofrecido testificar contra Peña Nieto.

Cansada quizá de ser abandonada a su suerte por sus cómplices, por fin la exfuncionaria federal en el Gobierno de Enrique Peña Nieto decidió no seguir pagando por culpas ajenas y ha decidido hablar y colaborar con la Fiscalía General de la República en calidad de ‘testigo colaborador’  a través de un procedimiento abreviado y apegarse al criterio de oportunidad para recuperar su libertad.

La solicitud, negociación y ofrecimientos de la extitular de Sedesol y Sedatu fue aceptada por la Fiscalía General de la República por lo que esta mañana cuando la exfuncionaria recluida en el Penal de Santa Martha Acatitla debía ser formalmente acusada ante un Juez Federal por los delitos de uso indebido del servicio público, la Fiscalía se desistió de acusarla formalmente.

El Juez de Control del Centro de Justicia Penal Federal adscrito al Reclusorio Sur, Ganther Villar Cebállos, fijó un plazo de 5 días hábiles para que se firme formalmente el potencial acuerdo que pondrá a Rosario Robles fuera del penal y seguir su proceso en libertad pero ya sin la carga del delito de uso indebido del servicio público. Seguramente el ‘Acuerdo’ incluya la devolución de parte del botín de la ‘Estafa Maestra’.

¿Qué pudo ofrecer de atractivo para que la Fiscalía General de la República se desistiera?

Lo único que pudo haber ofrecido fue la cabeza de Peña Nieto como mínimo, pero también están en juego las cabezas de José Antonio Meade y Luis Videgaray.

El tema Rosario Robles se pone caliente.

Ya cayó Mario Marín, Carlos Ancira, Emilio Lozoya y varios más.

Imagínese, el tema Peña Nieto en plenas vísperas de las elecciones de junio.